domingo, 23 de diciembre de 2018
domingo, 25 de noviembre de 2018
'PEREJIL': LA ISLA DE LOS CONFLICTOS (y II)
'Perejil': La isla de los conflictos (I)
Entre los países que también intentaron hacerse con el control de la isla ‘Perejil’ figuran Estados Unidos. Según refleja el estudio titulado ‘La isla perejil, la perla decimonónica del Mediterráneo’ (Javier Gil y Óscar Garrido) el 13 de febrero de 1836, el cónsul español en Marruecos, Antonio Beramendi informaba al secretario de Estado de la Regencia de María Cristina, Juan Álvarez Mendizábal sobre la presencia de un representante del gobierno americano que supuestamente iba a solicitar al sultán que “que ceda o venda a Estados Unidos la Isla Perejil”. Días más tarde, en un nuevo escrito, el cónsul español exponía que Estados Unidos había efectuado una serie de peticiones, pero se encontró con la negativa –no de forma rotunda- de Marruecos: “[…] Que el Emperador no podrá acceder a las solicitudes que sus antepasados hayan negado, pero que en el favor de Dios, y cuando se presentara el cónsul en Fez con su embajador, todo se arreglará con la mejor buena armonía”.
Entre los países que también intentaron hacerse con el control de la isla ‘Perejil’ figuran Estados Unidos. Según refleja el estudio titulado ‘La isla perejil, la perla decimonónica del Mediterráneo’ (Javier Gil y Óscar Garrido) el 13 de febrero de 1836, el cónsul español en Marruecos, Antonio Beramendi informaba al secretario de Estado de la Regencia de María Cristina, Juan Álvarez Mendizábal sobre la presencia de un representante del gobierno americano que supuestamente iba a solicitar al sultán que “que ceda o venda a Estados Unidos la Isla Perejil”. Días más tarde, en un nuevo escrito, el cónsul español exponía que Estados Unidos había efectuado una serie de peticiones, pero se encontró con la negativa –no de forma rotunda- de Marruecos: “[…] Que el Emperador no podrá acceder a las solicitudes que sus antepasados hayan negado, pero que en el favor de Dios, y cuando se presentara el cónsul en Fez con su embajador, todo se arreglará con la mejor buena armonía”.
La
respuesta por parte de Marruecos dejaba cierta esperanza a Estados Unidos, lo
que provocó la reacción de Francia e Inglaterra. Ambos países se pusieron en
alerta ante cualquier posible intento de los americanos de establecerse en el
islote. En un informe posterior, la Secretaría de Estado concluye que “se logró
neutralizar el intento de Estados Unidos de hacerse con Perejil gracias a las
reclamaciones que dirigieron al sultán los gobiernos español, francés e
inglés”.
En
relación al interés de Estados Unidos por hacerse con la ansiada isla, Javier
Gil, uno de los autores del estudio ‘La isla perejil, la perla decimonónica del
Mediterráneo’ explica a ‘CEUTA REPORTAJES’ que “los americanos buscaban tener
posición en la zona, lo cual tiene su lógica porque tener territorio en este lugar
le daba muchas ventajas”, pero reconoce que “el interés no fue muy importante
porque la lejanía territorial era un gran impedimento”.
El
interés de Reino Unido por obtener la cesión de la isla ‘Perejil’ provocó que a
mediados de 1842 volviera a intentarlo. Y lo hizo –según recoge un informe
oficial del cónsul general de España al secretario de Estado de la Regencia-
“bajo el pretexto de proveer por tal posición de armamento a Marruecos, para
sostener la lucha que de un día a otro puede suscitarse entre Francia y el
sultán, ya que los franceses recelan de los socorros que presta el monarca
marroquí a su correligionario argelino”. Se refería a la progresiva conquista
de Argelia por parte de Francia. Esa ‘preocupación’ de los ingleses por
Marruecos, provocó que Francia, ante una posible ocupación del islote, enviara
una división naval a la bahía de Tánger. Al igual que en anteriores ocasiones,
el intento británico no obtuvo resultados.
Los
años pasaban y el interés de Francia o Inglaterra no cesaba. Ambos países lo
volvieron a intentar en la década de los 60 del siglo XIX encontrándose con la
oposición de otras potencias mundiales. Incluso Estados Unidos o Italia
mostraron su desacuerdo advirtiendo que intentarían “tomar una porción de
territorio en la costa africana”. Por ello, en sendos casos, la situación no pasó de supuestas peticiones
para ocupar el islote.
Ocupación de la isla por parte de
España y la intención de construir un faro
Tras
numerosos intentos fallidos por parte de otros países, en el año 1887, es España
la que llega a ocupar la isla. Los autores del estudio ‘La isla perejil, la
perla decimonónica del Mediterráneo’ localizaban una copia de un informe
elaborado por la Dirección General de Ingenieros del Ministerio de la Guerra titulado ‘Disposiciones para la ocupación de
esta isla con motivo del conflicto europeo”. En el mismo se incluye un minucioso
estudio sobre las características físicas de la Isla Perejil y las ventajas e
inconvenientes de una posible ocupación. El informe aporta numerosos detalles
sobre la isla (dimensión, tipo de roca, forma, altura, etc…) y destaca que “su
perímetro es escarbado e inaccesible excepto por cuatro calas; está separada de
la costa por un canal de trescientos metros de ancho con una profundidad mínima
de dieciocho metros; se hallan restos de fortificaciones empezadas y no concluidas
del siglo XVIII”. Tras
el exhaustivo reconocimiento, el informe recoge, a modo de conclusión, lo
siguiente:
1.- No es fácil hacer de la posición de la isla una buena estación naval.
2.- Para la defensa del Estrecho con baterías únicamente no tiene gran importancia.
3.- Ofrece una buena posición como emboscada marítima para corsarios y torpederos.
4.- En poder de otra nación tendría gran importancia para la defensa del Estrecho y de la plaza de Ceuta por ser la llave de acceso al boquete de Anggera.
5.- La defensa material de la isla es fácil y poco costosa.
Además,
el comandante exento de Ceuta opinaba que “en previsión de complicaciones
exteriores, no conviene que la Isla Perejil siga abandonada como hasta el
presente lo ha estado porque el derecho de España a su posesión no sería
suficiente para que deje de ocuparla cualquier otra nación cuyos intereses en
el Mediterráneo la indujeran a utilizarla”. Incluso da las claves para una
rápida ocupación. Aboga por “construir un faro en la punta Norte y desembarazar
los caminos abriendo trincheras, facilitar el acceso por las calas de Levante y
Poniente y dificultar los otros dos accesos”.
Desde
la Dirección General de Ingenieros del Ministerio de la Guerra recomiendan “actuar con gran reserva al
iniciar los trabajos que por el Ministerio de Fomento hayan de hacerse para
construir un faro”.
Meses
después, el Ministerio de la Marina comunica al Ministerio de Estado que
algunas informaciones apuntan a que “la Isla Perejil es frecuentemente visitada
por cañoneros ingleses” y se sospecha que “dichas visitas tienen relación con
el contrabando que desde la plaza de Gibraltar sale para las costas de la
península”. La respuesta no se hace esperar y se decreta una Real orden por la
cual se ordena que buques de la División de Guardacostas de Algeciras se
dirijan al islote y que “con la urgencia posible, se estudie la conveniencia de
establecer alguna luz en la Isla Perejil” y facilitara el acercamiento de los
guardacostas y pescadores españoles de la zona. Los comandantes de Marina de
Cádiz y Algeciras y el comandante de la División de Guardacostas de Algeciras
efectuaron un reconocimiento de la isla. El comandante de uno de los cañoneros
desplazados elaboraba una memoria (27 de julio de 1887) en la que negaba la
supuesta utilización de la isla por parte de los contrabandistas. ¿Los motivos
de tal aseveración? Porque -según el informe- “es completamente inabordable
excepto por dos puntos en los que la subida es de bastante pendiente”, aunque
matizaba que “es posible que algunos barcos contrabandistas la utilicen para
colocarse detrás de la isla ya que de esta manera permanecen invisibles para
todo buque que pase por la costa”. La conclusión final de esta memoria es que
“la isla es inhabitable y su posesión casi inútil”.
El
17 de noviembre de 1887, el diario ‘El Imparcial’ publicaba una información en
la que defendía la supuesta intención de instalar un faro en el islote por
parte de España, a la que atribuía la soberanía de la isla. Esta noticia
coincidía con el enfado del ministro Plenipotenciario de España en Marruecos,
José Diosdado y Castillo que reprochaba al ministro de Estado, Segismundo Moret
y Predersgat que no se informara sobre “los planes de ocupación de Perejil” y
la construcción de un faro. El citado ministro reconocía que “lo único que ha
hecho el gobierno español ha sido enviar empleados del Ministerio de Fomento a
Perejil para estudiar la posibilidad de instalar un faro en dicha isla, pero
sin resolver la instalación hasta después de conocer la opinión facultativa”
El
artículo de ‘El Imparcial’ explicaba que “Isla Perejil es propiedad de España
desde la guerra de África”. La información abrió un importante debate sobre la
pertenencia del islote. Reino Unido, según una publicación de ‘El Liberal’ (20
de noviembre de 1887) presionó para que Marruecos no aceptara la construcción
de un faro porque “constituye una usurpación de dominio, una invasión de
territorio y una amenaza a la seguridad de la plaza de Tánger”.
Según
el estudio ‘La isla perejil, la perla decimonónica del Mediterráneo’,
finalmente no se construyó el faro. El gobierno español desistió, y al igual
que en anteriores ocasiones, el islote no fue ocupado.
Extracción de piedra de la Isla Perejil
El
periódico semanal ‘El África’ alertaba en el año 1896 (6 de junio) que
Marruecos había autorizado a Reino Unido la extracción de piedra del islote
“para la construcción del puerto y dique de Gibraltar”. Poco más se sabe de esa
supuesta autorización, pero sí generó –coincidencia o no en el tiempo- un
intenso debate en el Congreso sobre la soberanía de la isla. Otras fuentes
apuntan a que la petición de Gran Bretaña fue la de extracción de piedra, pero
no de la isla sino de la montaña ‘Yebel Musa’ o ‘Mujer muerta’. En este último
aspecto coinciden las noticias publicadas por varios rotativos de la época.
Último conflicto
A
pesar de la multitud de disputas bilaterales, el conflicto generado en 2002 fue
uno de los más destacados en la historia de la Isla ‘Perejil’. El 11 de julio
del citado año, una patrullera de la Guardia Civil que realizaba labores de
vigilancia contra el narcotráfico o inmigración ilegal en las inmediaciones del
islote, observó que un grupo de personas se encontraban en la isla y habían
colocado dos banderas de Marruecos. Poco después se supo que se trataba de
gendarmes del país vecino. Desde Rabat se defendía la soberanía de `Perejil’ y justificaba
la ocupación de la isla enmarcándola en “la lucha contra la inmigración
clandestina y el terrorismo”. La acción provocó un enfrentamiento diplomático
entre España y Marruecos. Al día siguiente, numerosos medios de comunicación de
ámbito nacional e internacional se desplazaban a Ceuta para informar sobre un
conflicto que tardó varios días en resolverse.
Nada
más conocerse la ocupación por parte de Marruecos, se envió a las cercanías del
islote una patrullera de la Armada para obtener más información, incorporándose
horas después una fragata y dos patrulleros más. La Armada marroquí también
situó cerca de la isla una patrullera. Tras varios días de negociación entre
ambos países, el día 17 de julio a las 06,17 horas se llevaba a cabo el
desalojo y recuperación de ‘Perejil’. Un Comando de Operaciones Especiales del
Ejército de Tierra, a bordo de dos helicópteros, aterrizó en el islote y detuvo
a los militares marroquíes que fueron entregados a las autoridades marroquíes. La
operación militar bautizada como ‘Romeo Sierra’ se llevó a cabo “al alba y con
viento de levante de 25 nudos”, tal y como relataba posteriormente en el
Congreso de los Diputados el, por aquel entonces, ministro de Defensa, Federico
Trillo.
El
que fuera comandante General de Ceuta en el año 2002, Fernando López de Olmedo
desvelaba en el libro titulado ‘Ceuta y el conflicto de Perejil’ que el mismo
día en el que produjo la ocupación de la isla “se preparó una operación, con la
finalidad de recuperarla, y con la intención de que fueran las Unidades de la
Comandancia General quienes lo hicieran”. La operación se denominaría ‘Pavana’
y era “muy parecida, en todos sus aspectos” a la que se realizó el día 17 de
julio. En este caso sería la Legión la que “según lo previsto en la Orden,
entraría utilizando helicópteros, que era la única forma de acción aconsejable,
por el terreno, la sorpresa y la eficacia; con apoyo a sus vez de helicópteros
armados, de ataque”. Finalmente se optó
por retrasar el desalojo del islote y que el mismo lo llevara a cabo una Unidad
de Operaciones Especiales. La Comandancia General de Ceuta jugó un papel
fundamental en la preparación de la operación, aunque “no se tenía la seguridad
de que fuera a realizarse definitivamente y por lo tanto no se conocían el día
de su ejecución ni la hora”, explica Fernando López de Olmedo, quien reconoce
que “para conseguir el mantenimiento del secreto, era preciso no emitir ninguna
orden fuera del Cuartel General hasta el momento más próximo posible al inicio
de la acción”.
Según
expone el que fuera Comandante General de Ceuta, Marruecos había invitado a los
medios de comunicación, tanto nacionales como extranjeros, a visitar ‘Perejil’
el 17 de julio de 2002. Quizás este hecho –al menos así se puede interpretar a
tenor de lo reflejado por Fernando López de Olmedo- pudo provocar el adelanto
de la puesta en marcha de la Operación ‘Romeo Sierra’: “La invitación les llegó
ese mismo día 16, con la idea de concentrarles previamente en Tetuán, para allí
dirigirse a la isla, volviendo, una vez visitada, de nuevo a esa ciudad, donde
se les invitaría a un almuerzo. Este hecho creaba una situación nueva muy
delicada, que de realizarse, habría dificultado muchísimo nuestra acción, es
más consideramos que la habría hecho casi imposible”.
Fernando
López de Olmedo afirma que es en la noche del día 16 de julio cuando tiene
conocimiento que la operación se llevaría a cabo al amanecer. Y así ocurre.
Poco antes de las 06,00 horas se informa del despegue de los helicópteros con
la Unidad de Operaciones Especiales. La acción se desarrolla sin problemas, y
detuvieron a seis gendarmes que, sin oponer resistencia, se entregaron. Se izó
la bandera española y a las 08,00 horas una Unidad de la Legión emprendió viaje
hacia la isla en cuatro helicópteros, produciéndose el relevo apenas quince
minutos después.
Tras
la recuperación del islote –explica Fernando López de Olmedo en ‘Ceuta y el
conflicto de Perejil’- había que seguir alerta a una posible respuesta militar
de Marruecos: “No sabíamos aún si habría reacción contraria, debiéndonos poner
en la peor de las hipótesis para de ninguna manera ser sorprendidos”.
Los
militares marroquíes que había protagonizado la ocupación del islote fueron
traslados a Ceuta. Se trataba de “infantes de marina, al mando de un
suboficial. La Unidad que los recibe –narra el que fuera comandante general en
2002- cumple perfectamente las órdenes recibidas de tratarles como compañeros,
ofreciéndoles un desayuno y se les practica un reconocimiento médico por un
equipo que ya teníamos preparado”. Posteriormente agentes de la Guardia Civil
les llevaba a la frontera del Tarajal, dejándoles en libertad.
Los
legionarios permanecieron en la isla hasta el día de 20 julio, fecha en las que
España y Marruecos alcanzaron un acuerdo por el cual se volvía al ‘statu quo’
anterior a la disputa diplomática.
A
las 21,55 horas fue retirada la bandera nacional de la isla “con la mayor
solemnidad y respeto, por un capitán, un suboficial y un legionario”, reflejaba
Fernando López de Olmedo.
Dos
días después del acuerdo alcanzado entre España y Marruecos, la que fuera
ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio visitaba el país vecino,
escenificando la reconciliación diplomática. El conflicto bilateral quedaba
zanjado el 30 de enero de 2003 cuando ambos países aprobaron el regreso de sus
respectivo embajadores.
¿A quién pertenece la soberanía de la
Isla Perejil?
Tras
siglos de conflictos y debates, la pregunta sobre a quién corresponde realmente
la soberanía de la Isla Perejil es muy difícil de responder. Algunos estudios
argumentan que es propiedad de España, pero sin embargo otros muchos no se la otorgan
tal propiedad. El diario ‘El País’ se planteaba esta interrogante en un
artículo publicado el 17 de julio de 2002. El mismo, titulado ‘El falso
contencioso de la isla del Perejil’ y firmado por María Rosa Madariaga hacía
referencia a los tratados entre España y Marruecos o entre otras potencias en relación
con Marruecos y aseguraba que en ninguno de ellos existe “la menor alusión al
islote”. “Cabe deducir –continúa la publicación- que España no llegó nunca a
ejercer sobre el mismo derechos de soberanía, y que, aunque no se le menciona,
formaba parte de lo que constituía a partir de 1912 la zona del Protectorado
español”.
Javier
Gil, coautor del estudio titulado ‘La isla perejil, la perla decimonónica del
Mediterráneo’ también reconoce que “es muy complicado decir que pertenece a
España o Marruecos, que son los países que tienen más o menos razones para
reclamar su soberanía”. Tras el conflicto de 2002, considera que “lo mejor es
que se mantenga ese punto de no confrontación porque España no tuvo un apoyo de
la Unión Europea. Fue bastante frío y el único país que medió fue Estados
Unidos y lo hizo para imponer la situación actual”.
Actualmente,
el islote permanece deshabitado y el ‘statu quo’ que se impuso en el año 2002
deja en evidencia la falta de respuesta oficial de a quién pertenece la
soberanía de ‘Perejil’, isla que por los hechos históricos narrados en este
reportaje bien podría denominarse la isla de los conflictos.
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martes, 23 de octubre de 2018
'PEREJIL': LA ISLA DE LOS CONFLICTOS (I)
Aunque el más conocido fue
el del año 2002, la isla de Perejil (situada a seis millas de Ceuta) ha sido
motivo de discusión y enfrentamientos diplomáticos en varias ocasiones. Así lo
recoge el estudio ‘La isla Perejil, la
perla decimonónica del Mediterráneo’, un trabajo de investigación publicado en
el año 2014. Sus autores, Javier Gil y Óscar Garrido, basándose en
documentación oficial, recopilan los diferentes conflictos que ha tenido como
protagonista al pequeño islote durante el siglo XIX.
La isla del perejil es y ha
sido considerada un punto estratégico en el control del Mediterráneo, por tanto,
muy codiciada; y prueba de ello, han sido los distintos conflictos
internacionales registrados a lo largo de los años con países como Francia,
España, Reino Unido, Marruecos o incluso Estados Unidos como protagonista. Y el
motivo, el mismo: hacerse con el control del pequeño, pero ansiado islote.
Según explica Javier Gil,
uno de los autores del citado trabajo de investigación, la zona geográfica del
Mediterráneo y la frontera marítima entre Europa y África “siempre ha contado con varios puntos con un
interés estratégico muy importantes. Uno de ellos ha sido la isla del Perejil y
especialmente para España y Reino Unido, puesto que les hubiese permitido tener
todo el control del Mediterráneo”.
Primer conflicto del siglo XIX
El primero de los
incidentes por la posesión del islote se producía en 1808. El 5 de abril del
citado año, refleja el estudio ‘La isla Perejil, la perla decimonónica del
Mediterráneo’, el gobernador de Ceuta, Ramón Carvajal comunicaba por escrito a
Pedro Cevallos, secretario de Estado de Fernando VII que “el capitán Juan
Alcuña, del corsario español bote número 47 había visto fondear en las
inmediaciones de la Isla Perejil a dos místicos ingleses, una cañonera y dos
bergantines a la vela, que posteriormente han entrado en la isla con gente y
tropa”. En esa misma nota se informaba que se “envió una barquilla pescadora a
Perejil para ver lo que estaba ocurriendo y que vieron a doscientos hombres de
tropa trabajando”.
Dos semanas después, el
cónsul general de España en Marruecos, Antonio González Salmón remite un
despacho al secretario de Estado de Fernando VII informando de la “ocupación de
los ingleses” y advirtiendo que Reino Unido pretendía “dañar a España e
interceptar los socorros a Ceuta”. El cónsul general de España en Marruecos también
escribió al sultán marroquí, Mulay Sulaymán explicando las -a su juicio-
consecuencias de la presencia británica en el islote: “[…] Se están
fortificando para tener un paso franco e imponer un yugo por el cual venga a
ser este reino (Marruecos) dependiente del de Inglaterra y dañar a cuantas
embarcaciones quieran incomodar el paso único por donde se comunican Océano y
el Mediterráneo, pues agregada a la posesión de Gibraltar la de dicha isla,
quedan dueños absolutos del Estrecho”. En este documento, González Salmón
también asegura que cuenta “con la información de que los ingleses ofrecen
retirarse siempre que los marroquíes ocupen dicha isla” y sospecha que “los
ingleses han ocupado la isla con la excusa de que quieren evitar de esta manera
que España y Francia hagan lo propio”.
Días más tarde, el cónsul
general de España en Marruecos informa que su homólogo francés “ha hecho causa
común con España contra la ocupación inglesa de Perejil”. De hecho, ambos
países –según se refleja en el estudio ‘La isla Perejil, la perla decimonónica
del Mediterráneo’- se plantearon expulsar de forma conjunta a los ingleses del
islote. Marruecos no les obligaría a irse, pero tampoco se opondría a que
España y Francia “arrojasen a los ingleses a la fuerza”. El 26 de abril de
1808, Antonio Pascual de Borbón y Sajonia (infante de España e hijo de Carlos
III) analizaba con el secretario de Estado la posibilidad de enviar una
expedición “para desalojar a los ingleses” de la isla. En un escrito fechado el
5 de mayo, Ben-Ábd-delSelahui, ministro bajá de Tetuán y Tánger responde al
vicecónsul español que Reino Unido “ha ocupado la isla sin la anuencia marroquí
y que el sultán no tiene intención en este momento de ocupar Perejil”. Sólo
condicionaba la expulsión de los ingleses a que “esta ocupación supusiera algún
perjuicio para sus vasallos”.
Según explica Javier Gil,
uno de los autores de ‘La isla Perejil, la perla decimonónica del Mediterráneo’
a ‘CEUTA REPORTAJES’, Reino Unido terminó abandonando el islote. Los escasos
documentos de aquella época –lo achacan a las sustracciones efectuadas por los
franceses durante la guerra de la Independencia- impiden conocer más detalles
del por qué los ingleses ocuparon la isla, aunque en un informe fechado en 1831
(casi veinticinco años después) el que fuera cónsul general español en
Marruecos durante el conflicto, explica que “la entrada del ejército francés en
España a principios de 1808 fue la oportunidad que esperaban los ingleses desde
hacía tiempo para conseguir un enclave en el Norte de África”. Una especie de
justificación que también, a tenor de lo recogido en ese documento, pretendía
contar con Marruecos como aliado, ya que Reino Unido expuso al sultán Mulay Sulaymán
que “la ambición de conquista del emperador francés le llevaría a, después de
apoderarse de España, intentar tomar la plaza de Gibraltar y que para ello los
galos ocuparían los puntos de la costa africana que considerasen más adecuados
para conseguir Gibraltar y bloquear la entrada de víveres y armas en enclave
inglés”. Ante esa supuesta invasión del peñón, los británicos “consiguieron
atraerse la voluntad del primer ministro del sultán, Sid Mohammed El Selagui,
al que reglaron doce mil duros para que convenciera al rey de Marruecos de la
cesión de la isla del Perejil a manos británicas. Según este documento fechado
en 1931, “de esta manera consiguieron que el sultán les concediese
sigilosamente la isla, de la cual tomaron posesión”, aunque posteriormente el
rey de Marruecos, tras “convencerle el cónsul general español en Marruecos,
dándose cuenta del peligro al que se exponía” dio marcha atrás en la cesión de
Perejil a Reino Unido.
Para Javier Gil, los
ingleses ocuparon la isla persiguiendo varios objetivos: “El primero, que en
caso de guerra con España o con Francia, tuviese el control del tráfico
marítimo del Mediterráneo, lo que suponía dar un golpe en la mesa; y el
segundo, atacar las posiciones de España en África incluida Ceuta”.
Diferentes fuentes también
coinciden en que la Junta de Cádiz estableció en el islote una guarnición con
el objetivo de vigilar el paso de las naves napoleónicas por el Estrecho e
incluso apuntan a que poco tiempo después, arribaban a la isla soldados
ingleses de Gibraltar “para reforzar a las fuerzas españolas”. España llegó a artillar (armar de artillería)
y efectuar algunos trabajos de defensa en el pequeño islote.
En 1813, Fernando VII dio la orden de “evacuar
la isla por razones económicas”.
Nuevo
intento por parte de Reino Unido
El 13 de febrero de 1824,
el cónsul de España en Marruecos, Alejandro Briarly remitía un despacho al, por
aquel entonces secretario de Estado de Fernando VII en el que informaba que el
cónsul británico en Marruecos se había trasladado a la Corte de Fez para
solicitar al sultán, Mulay Abderraman la “adquisición” de la isla Perejil.
Aunque no contaba con mucha más
información, aseguraba que “la respuesta marroquí ha sido favorable”.
El conde de Ofalia (secretario
de Estado de Fernando VII) respondía al cónsul español el 4 de marzo, “dándole
órdenes, de parte del rey, de ponerse de acuerdo con cónsul de Francia en
Marruecos para conjuntamente impedir que tenga lugar la expresada concesión”.
Siguiendo las directrices
dadas en ese último escrito, el cónsul español mantiene una reunión con su
homólogo francés, y “éste le ha comunicado que ya ha pedido explicaciones al
sultán”.
El diálogo bilateral entre
España y Francia continuó en días sucesivos. El 20 de marzo el conde Ofalia
remite al duque de San Carlos, embajador español en Francia con la intención de
que “presione desde París para que el gobierno francés incremente sus esfuerzos
y no llegue a producirse la cesión de Perejil a los ingleses”. La respuesta de
Francia es que su “el ministro de Asuntos Exteriores, el vizconde de
Chateaubriand también ha tenido noticias sobre la cuestión de Perejil y se
propone escribir al embajador de Francia en Gran Bretaña, el príncipe de
Polignac para que pida en Londres una explicación”.
El sultán marroquí envía
una carta en la que reconoce “la importancia de esta isla”, pero zanja la
polémica afirmando que no se cederá a ninguna potencia “aún, cuando nos diesen
los tesoros que serían necesarios para cubrir el espacio que hallo en el globo
mirado de Levante a Poniente”.
Pese a esta declaración, el
cónsul español duda de las intenciones de Marruecos y afirma en un despacho
“tener el convencimiento, apoyado en los movimientos militares de los ingleses
en la zona, que la isla ha sido cedida secretamente a Inglaterra”. El
Ministerio de la Guerra decide, en previsión de posibles acontecimientos,
“reforzar la guarnición de Ceuta y proporcionarle los auxilios que pueda
necesitar”. Finalmente, destaca el estudio ‘La isla Perejil, la perla
decimonónica del Mediterráneo’, que los ingleses no ocuparon el islote.
Javier Gil, entre sus
conclusiones afirma a ‘CEUTA REPORTAJES’ que “la determinación inglesa, supuso
que España se pusiera las pilas y consiguiera que el islote no fuera ocupado”.
Insistencia
inglesa
La insistencia por parte de
Reino Unido de ocupar la isla del Perejil no cesó, y volvió a intentarlo tanto
en 1831 como en 1833. Es precisamente este año cuando el gobernador de Ceuta,
Francisco de Haro asegura en un documento oficial que “el gobierno inglés ha
vuelto a solicitar al sultán la cesión de la isla Perejil prometiendo en
recompensa fortificar los puntos de la costa que más lo necesiten para su
defensa”. Según este mismo escrito, el
sultán “se negó a aceptar la proposición inglesa”.
El gobernador de Ceuta ante
la presión inglesa decide acercarse a la isla, aunque sin desembarcar en ella,
y certificar su posición estratégica. Así lo narra en un despacho remitido al
ministro de la Guerra: “Con las precauciones debidas, para evitar toda sospecha
a los moros vecinos, me embarqué en una de las falúas del servicio de sanidad
en este puerto. Sin desembarcar en dicho punto tuve ocasión de cerciorarme de
la ventajosa situación topográfica que ocupa, no quedando duda que una vez
dueños los ingleses de dicha isla, lo serían de todo el mar del Estrecho,
puesto que los buques que van y vienen por el mismo tienen por necesidad que
pasar muy inmediatos y casi todos bajo del tiro de cañón”.
En ambos casos, las
gestiones por parte de Reino Unido no pasaron de ser meros intentos por hacerse
con el control de ‘Perejil’.
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martes, 25 de septiembre de 2018
miércoles, 29 de agosto de 2018
CLODOALDO PIÑAL: LA HISTORIA DE UN CEUTÍ DESCONOCIDO EN SU TIERRA NATAL
No es un personaje conocido en Ceuta, pero sin embargo una modalidad de tiro lleva su apellido. Incluso, fue el creador de un revólver que durante varios años fue el reglamentario de Infantería. Clodoaldo Piñal Rodríguez es uno de esos ceutíes desconocidos en su tierra natal, pero que sin embargo, destacó como periodista, fotógrafo, topógrafo y militar.
Clodoaldo Piñal nació el 12
de enero de 1844. Según datos extraídos de la web catalogacionarmas.com,
ingresó en el Colegio de Infantería en 1859. Tres años después ascendía a
subteniente e ingresaba posteriormente en la Academia de Estado Mayor de
Artillería de la Armada. Fue promovido a teniente en el año 1868 y destinado
como oficial de talleres en el Parque de El Ferrol. A finales de 1869, se
marchó a Cuba para formar parte de la tripulación de la fragata ‘Victoria’, en
la que permaneció hasta 1871, año en el que fue nombrado profesor interino de
la Escuela de Artillería en la fragata ‘Esperanza’. En 1872, fue destinado a El
Ferrol, ingresando un año después en el arma de Infantería con grado de
capitán. Posteriormente accedió a la Academia de Artillería siendo destinado a
las fábricas de armas, primero, de Trubia y después de Oviedo. Desde 1879 hasta
1889 formó parte del Instituto Geográfico y Estadístico donde ejerció como
docente. En el año 1880 fue ascendido a teniente coronel como reconocimiento
por su labor en la elaboración del enlace geodésico de los continentes africano
y europeo, trabajos por los que el Gobierno de Francia le hizo entrega de la
insignia de la Legión de Honor por su colaboración con la Comisión francesa.
En 1890 fue destinado a la
Fábrica de armas de Toledo y un año después al Parque de Burgos, siendo
condecorado por dos memorias presentadas relativas a la modificación del
cartucho reglamentario utilizado en el armamento de Infantería. En el año 1903
abandonó el Ejército para dedicarse exclusivamente al mundo del periodismo.
Periodismo
Durante su etapa como
militar ya compaginaba el Ejército con el periodismo. En el año 1905 fundó el
diario ‘Ejército y Armada’. Según un documento conservado en el Archivo del
Ayuntamiento de Madrid, esta publicación era “defensora de las clases activas y
pasivas del mundo militar”. Anteriormente fue redactor-jefe de 'La
Correspondencia Militar'. Utilizó varios seudónimos, aunque los más populares
fueron Telmo Guerra y Abdel. Su aportación fotográfica sobre diferentes
acontecimientos militares fue muy importante. Entre ellas, figuran valiosas en
históricas imágenes de Ceuta como las publicadas en ‘La Ilustración española y
americana’ en el año 1903 y que complementan un artículo firmado por Clodoaldo
Piñal sobre su ciudad natal.
En 1911 fue encarcelado por la publicación de diferentes artículos en los que opinaba de forma contraria a la Ley de Jurisdicciones y se mostraba muy crítico con la gestión del ministro de la Guerra. Tras su ingreso en una prisión militar y la apertura de un Consejo de Guerra, Clodoaldo Piñal fue condenado por injurias. El 5 de abril de 1921, y así lo publicaba la prensa de la época, fue puesto en libertad. Meses después (19 de octubre) fallecía en Madrid.
En 1911 fue encarcelado por la publicación de diferentes artículos en los que opinaba de forma contraria a la Ley de Jurisdicciones y se mostraba muy crítico con la gestión del ministro de la Guerra. Tras su ingreso en una prisión militar y la apertura de un Consejo de Guerra, Clodoaldo Piñal fue condenado por injurias. El 5 de abril de 1921, y así lo publicaba la prensa de la época, fue puesto en libertad. Meses después (19 de octubre) fallecía en Madrid.
Herido
en un duelo
Un artículo titulado ‘Cuestión
de honor. Los periodistas se baten en duelo’ publicado por Juan Carlos Mateos
Fernández en la revista ‘Historia y Comunicación Social’ (número 3-1998) hace
referencia a los duelos “como una práctica social arraigada” a principios del
siglo XX, aunque matiza que estaría muy próxima su desaparición. En este artículo,
su autor asegura era habitual que muchos medios de comunicación estuvieran
dirigidos por militares, y a la vez periodistas, lo que “es muy amplia la lista
de militares-periodistas que empulían las armas de acuerdo con las normas establecidas
en los códigos de honor”. Entre ellos, Clodoaldo Piñal.
Como consecuencia del alto
número de fallecidos en este tipo de enfrentamientos, surgía la creación de la
denominada ‘Liga contra el duelo’.
Alfredo Vicenti, Clodoaldo Piñal y Torcuato Luca de Tena, directores de
‘El Liberal’, ‘Ejército y Armada’ y diario ABC respectivamente, fueron para
redactar las bases necesarias para la constitución de un Tribunal de honor,
cuyo objetivo sería “evitar la celebración de duelos que tuviesen a periodistas
entre sus contendientes”.
Clodoaldo Piñal llegó a
participar en los citados duelos. En uno de ellos, tal y como publicó el
rotativo ‘La Gaceta del Sur’ (15 de marzo de 1910) el ceutí resultó herido en
la cabeza.
Biznieta
Biznieta
Ana Valverde, biznieta de Clodoaldo Piñal no conoció a su bisabuelo, aunque “nos han contado algunas historias”. Entre ellas, el “acuerdo al que llegó con Luca de Tena en contra de los duelos”. No tiene muchos más datos, pero sí forma parte del testimonio directo que le transmitió su abuela (hija de Clodoaldo Piñal). Son “historias familiares que hemos ido conociendo, algunas quizás magnificadas”, explica Ana Valverde que aún guarda la fotografía de su bisabuelo.
Entre esas vivencias narradas, Ana Valverde recuerda que su abuela les contaba que "cuando mi bisabuelo estaba en prisión, y el rey se enteró, por pertenecer él a su Casa Militar, exclamó: ¿Piñal en prisiones militares? ¡Que lo saquen inmediatamente!”. Se pregunta si eran historias reales o inventadas. Lo cierto es que “el bisabuelo siguió encarcelado un tiempo”, pero reconoce que “cuando éramos niños estas historias nos fascinaban y él [Clodoaldo Piñal] era nuestro héroe”.
Entre esas vivencias narradas, Ana Valverde recuerda que su abuela les contaba que "cuando mi bisabuelo estaba en prisión, y el rey se enteró, por pertenecer él a su Casa Militar, exclamó: ¿Piñal en prisiones militares? ¡Que lo saquen inmediatamente!”. Se pregunta si eran historias reales o inventadas. Lo cierto es que “el bisabuelo siguió encarcelado un tiempo”, pero reconoce que “cuando éramos niños estas historias nos fascinaban y él [Clodoaldo Piñal] era nuestro héroe”.
En cuanto al revólver ideado por su bisabuelo, Ana Valverde recuerda que “en nuestra infancia, nuestro padre nos llevaba con orgullo a contemplarlo al museo del Ejército de Madrid”.
Revólver
Según datos recogidos en
una edición especial de la revista ‘Historia Militar’ conmemorativa del 250
aniversario del Real Colegio de Artillería y publicada por el Instituto de
Historia Militar, Clodoaldo Piñal diseñó
en el año 1880 un primer revolver de 9 mm, con 6 recámaras y sistema de
extracción por gases basado en un modelo de extracción ideado por Ibarra. En
1882, Piñal diseñó un segundo modelo con 7 recámaras. Se fabricaron cincuenta y
dos unidades. En un artículo publicado en la web www.catalogacionarmas.com
dedicado a los revólveres ‘Piñal’ , una Real Orden de 6 de octubre de 1884
informaba sobre la suspensión de la construcción de revólveres en la fábrica de Oviedo y
autorizaba a Clodoaldo Piñal y al oficial Ibarra “[…] a explotar sus inventos
en la industria particular, quedando sin embargo, sus modelos de revólver y
extracción, como propiedad del Estado, por si en cualquier tiempo le conviene
construirlos en sus fábricas”. Ambos eran “recompensados” con el empleo de
comandante. Según esta publicación, Clodoaldo Piñal, a diferencia de su
compañero Ibarra, no registró la patente de sus modelos de revólveres. Tampoco
lo hizo el Cuerpo de Artillería, a quienes pertenecían las fábricas de Trubia y
Oviedo en las que estuvo destinado el militar ceutí.
La web www.armas.es no incluye a ninguno de los dos
revólveres proyectados por Clodoaldo Piñal en la relación de armas
reglamentarias de finales del siglo XIX, aunque indica que “lo fue a medias”.
Modalidad
de tiro
A mediados de los años 80, en honor a
Clodoaldo Piñal, se implantó la modalidad de tiro ‘Piñal’. En este tipo de
pruebas se utilizan armas cortas de cartucho metálico con pólvora negra, posteriores
a 1860. Actualmente, tal y como explica Carlos Salvador, vocal de Armas Históricas
del Club Principado de Tiro Olímpico existen cuatro tipos de pruebas oficiales:
Revólver, Revólver en equipo (3 tiradores), Pistola y Pistola en equipo. En la
modalidad ‘Piñal’ se utilizan armas originales, pero principalmente réplicas,
ya que “no es fácil encontrar armas originales de aquella época en el mercado”,
reconoce Carlos Salvador. Tanto las réplicas como las originales se basan el
sistema ideado por Clodoaldo Piñal.
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viernes, 13 de julio de 2018
miércoles, 20 de junio de 2018
LA HISTORIA DE LA SELECCIÓN ESPAÑOLA TAMBIÉN FUE ESCRITA POR CEUTÍES
De sobra son conocidos los nombres de futbolistas ceutíes que llegaron a militar en la máxima categoría del fútbol español, pero no todos fueron internaciones absolutos ni todos llegaron a jugar un Mundial. No son muchos, pero la historia de la Selección Española también fue escrita por ceutíes. Hasta cinco futbolistas nacidos en Ceuta llegaron a vestir la elástica del combinado nacional absoluto. De ellos, dos llegaron a participar en un Campeonato del Mundo.
José Bravo, Francisco y Rafael Lesmes Bobed, Miguel Bernardo Bianquetti ‘Migueli’ y José Martínez ‘Pirri’ fueron los ceutíes que tuvieron el privilegio de ser internacionales absolutos.
José Bravo Domínguez
Aunque tan sólo disputó un partido, José Bravo Domínguez fue el primer ceutí convocado por la Selección Española. Su debut con el combinado nacional se produjo el 15 de marzo de 1942, en Sevilla, frente a la Selección de Francia. El rápido y habilidoso extremo ceutí jugó el encuentro completo. España venció por cuatro goles a cero. El seleccionador nacional Eduardo Teus le convocó posteriormente en dos ocasiones, frente a Argentina y Portugal, aunque no llegó a jugar en ninguno de los dos encuentros.
Tras destacar en equipos como el España o el África S.C., José Bravo fichó por el Levante, pero regresó una temporada después para jugar en el Ceuta Sport Club. Posteriormente fichó por el Real Murcia y en 1940 se incorporó a la plantilla del FC Barcelona. En el club azulgrana disputó un total de 196, anotando 88 goles. Logró dos título de Liga (1945 y 1948) y una Copa del Generalísimo (1942). Tras abandonar la disciplina del FC Barcelona en la temporada 1947-1948, fichó por Nástic de Tarragona, antes de regresar a su tierra natal para militar en la SD Ceuta, donde se retiró en el año 1951. José Bravo murió el 1 de febrero de 1993.
Francisco Lesmes Bobed
Francisco Lesmes (conocido futbolísticamente como Lesmes I) debutó con la Selección Española el 6 de enero de 1954 frente a Turquía. El choque, clasificatorio para el Mundial de Suiza, se disputó en Madrid. En su primer y único encuentro como internacional, el futbolista ceutí jugó de lateral derecho, pese a que -aunque no era una posición desconocida para él- se había consolidado como central. España goleó (4-1) al equipo turco. En declaraciones al diario ‘El Mundo Deportivo’, el futbolista ceutí reconocía al término del encuentro que al principio acusó “un poco el cambio de puesto porque, realmente, cambia bastante el juego de central que hacerlo de lateral, pero pronto me afiancé y creo que hice cuanto pude para no desentonar con el resto de mis compañeros”. Lesmes I calificó el juego del equipo turco como “muy duro, excesivamente duro ante la tolerancia de un árbitro que permitió demasiadas cosas dentro de su área”.
Considerado uno de los mejores centrales de la época, Francisco Lesmes inició su carrera deportiva en equipos como Imperio CF, UA África Ceutí o SD Ceuta. Tras destacar en el Granada CF, fichó por el Real Valladolid en la temporada 1948-1949. Helenio Herrera recomendó su incorporación al equipo pucelano. Clubes como el Sevilla, Valencia o Racing de Santander intentaron ficharle, pero finalmente el futbolista caballa se decantó por el Real Valladolid que abonó 200.000 pesetas (1202,02 Euros). La contratación de su hermano Rafael, pudo motivar su elección. En el equipo blanquivioleta permaneció doce temporadas, disputando 279 encuentros y marcando dos goles. En la temporada 1949-50 llegó a disputar una final de la Copa del Generalísimo (actualmente Copa del Rey) eliminando previamente, entre otros, al Real Madrid. Precisamente, el conjunto blanco intentó en varias ocasiones su fichaje, pero el club vallisoletano le declaró intransferible. Colgó las botas en la temporada 1960-1961, terminando esa campaña como entrenador. Continuó en el banquillo la siguiente temporada, pero ante los malos resultados del equipo, optó por dimitir. Apenas tres años después, nuevamente ocupó el banquillo del Valladolid, aunque de forma temporal. Desde 1988 a 1996 fue empleado del club blanquivioleta. Francisco Lesmes fallecía el 11 de agosto de 2005 a los 81 años de edad.
Rafael Lesmes Bobed
El fichaje de su hermano Paco por el Real Valladolid, facilitó su llegada al club pucelano. Jugaba de lateral izquierdo y era conocido futbolísticamente como Lesmes II. Pese a su impresionante palmarés –pocos futbolistas pueden presumir de haber logrado cinco Copas de Europa- su trayectoria como internacional absoluto se limita a dos encuentros con la Selección Española. Su debut con la elástica nacional se produjo el 17 de marzo de 1955 ante la Selección de Francia. España perdía en ‘Chamartín’ (actualmente Santiago Bernabeu) por un gol a dos. Rafael Lesmes afirmaba en el diario ‘El Mundo Deportivo’ que no podía calificar como positivo su estreno como internacional por la derrota que había sufrido España: “Tanto tiempo esperando esta oportunidad, para luego perder en casa un encuentro que todo el mundo consideraba fácil para nuestros colores”.
El 15 de octubre de 1958, tres años después de su debut con la Selección, regresó al combinado nacional para enfrentarse a Irlanda del Norte. El encuentro acabó con una victoria aplastante de España (6-2).
Rafael Lesmes abandonó el Atlético de Tetuán para recalar en el Real Valladolid. Después de tres temporadas, en el año 1952, fichó por el Real Madrid. Empezaba una brillante etapa que le llevó a lograr cuatro títulos de Liga (1954, 1955, 1957 y 1958) y cinco Copa de Europa de forma consecutiva (1956, 1957, 1958, 1959 y 1960). Era el Madrid de Di Estéfano o Gento. Convertido en una leyenda futbolística regresó al Real Valladolid, donde se retiró en el año 1962. La ciudad de Valladolid le rendía homenaje a Rafael y Francisco Lesmes dedicándoles un campo de fútbol denominado ‘Hermanos Lesmes’. Rafael Lesmes falleció el 8 de octubre de 2012.
José Martínez Sánchez ‘Pirri’
José Martínez ‘Pirri’ es el jugador ceutí que ha sumado más internacionalidades con la Selección Española absoluta y el primero en disputar un Campeonato del Mundo. Llegó a participar en un segundo Mundial. Jugó un total de 41 encuentros con el combinado nacional. Su debut se produjo en el Mundial de 1966, disputado en Inglaterra. Su primer partido como internacional fue ante Argentina (13 de julio) en Birmingham . Salvo por el resultado (España perdió por dos goles a uno) se puede considerar un buen estreno, ya que el futbolista caballa anotó en su debut como internacional. José Martínez ‘Pirri’ fue titular y disputó los noventa minutos. El seleccionador nacional era José Luis Villalonga. Aquel día ‘Pirri’ lució el número 18 en su camiseta.
Su último partido en la Selección Española fue en Buenos Aires, en el Mundial de Argentina 1978. España vencía por la mínima (0-1) a Suecia. José Martínez ‘Pirri’ disputó un total de 41 partidos como internacional absoluto, en los que marcó un total de 16 goles. Fue el capitán del combinado nacional en el Mundial de 1978.
Tras abandonar el club ‘merengue’ fichó el por Puebla FC, equipo mexicano en el que jugó sus dos últimas temporadas. Colgó las botas el 12 de agosto de 1982. Regresó a España y retomó los estudios, Vicente Manuel Garcia Fernandez. Tras licenciarse se incorporó al cuerpo médico del Real Madrid. Formó parte del equipo técnico y llegó incluso a ser nombrado mánager general del club.
Al margen de su gran trayectoria como deportista, ‘Pirri’ también fue portada de la prensa rosa al contraer matrimonio en el año 1969 con la popular actriz Sonia Bruno.
José Martínez ‘Pirri’ recibió la primera Laureada (máxima distinción concedida por el Real Madrid a sus futbolistas) al disputar una final de la Copa del Generalísimo contra el FC Barcelona con una clavícula rota. El día antes había tenido 40 de fiebre.
En declaraciones a Radio Ceuta (Cadena SER), el ex futbolista ceutí rememoraba su estreno con la Selección Española, aunque se lamentaba porque “metí el gol ante Argentina, pero no valió para nada porque perdimos”.
Reconoce que debutar en la “selección de tu país es el sueño de cualquier futbolista. Siempre es bonito y más en un Mundial, pero hubiera sido mejor ganar, aunque yo no hubiera marcado”.
La Selección Española, antes del Mundial, estuvo concentrada durante cuarenta días en Santiago de Compostela, ya que “decían que el clima era parecido al de Inglaterra”, asegura ‘Pirri’ que llegó a pensar que no formaría parte de los elegidos por el seleccionador: “Éramos 26 jugadores y sólo viajaban 22. Yo era uno de los más jóvenes o incluso el más joven, por lo que pensé que sería uno de los cuatro descartados. Además había jugadores de mucha calidad y con más nombre que yo”. Pero su trabajo durante la larga concentración en tierras gallegas convenció a José Luis Villalonga: “Entrené bien y jugué bien en los partidos amistosos de preparación y finalmente fui convocado para disputar el Mundial”.
Sin embargo, la trayectoria de España en Inglaterra no cumplió las expectativas, y pronto cayó eliminada: “Los resultados no fueron positivos y ni la preparación ni la planificación fueron buenas”.
Tanto en el Mundial de Inglaterra como en el de Argentina, el jugador caballa lució el dorsal número 18, pero casi siempre “Kubala me solía dar la camiseta con el ‘5’ y, a veces, el ‘4’”.
José Martínez ‘Pirri’ no guarda grandes recuerdos de ninguno de los 16 tantos que anotó con la Selección Española, aunque si hay que elegir, se queda –sin considerarlo un gol extraordinario- con “el que metí ante Yugoslavia, en Sevilla. España ganó por un gol a cero”. Se refiere a un partido clasificatoria para el Mundial de Argentina . ‘Pirri’ marcó de penalti el único y decisivo gol.
En cuanto al Mundial de Argentina (1978), en el que coincidió con el también ceutí ‘Migueli’, la participación de la Selección España también fue discreta: “No tuvimos suerte. Desde un principio se veía que no era la planificación adecuada y nos eliminaron pronto”, explica José Martínez ‘Pirri’, quien en ese Campeonato del Mundo jugó su último partido como internacional: “Tenía 33 años y era el momento de dar paso a otros jugadores más jóvenes”.
Miguel Bernardo Bianquetti ‘Migueli’
José Martínez ‘Pirri’ y ‘Migueli’ son los dos únicos futbolistas ceutíes que han disputado un Campeonato del Mundo, y el destino hizo que ambos coincidieran en el Mundial de Argentina 1978. Sin embargo, el primer partido como internacional de Miguel Bernardo fue mucho antes. Su estreno se produjo el 20 de noviembre de 1974 en Glasgow. España venció a domicilio (1-2) a Escocia. Disputó un total de 32 encuentros con el combinado nacional, y tras el Mundial participó en la Eurocopa de Italia (1980). Su único gol con la Selección Española lo marcó el 16 de abril de 1980 en el duelo entre España y Checoslovaquia (2-2) jugado en estadio ‘El Molinón’, en Gijón.
Tras su primera convocatoria confesaba al diario ‘El Mundo Deportivo’ que “cuando pienso que hace tan sólo dos días, como aquel que dice, estaba cumpliendo el servicio militar, y que mis aspiraciones eran incorporarme a la plantilla del Barcelona para ir aprendiendo y poder llegar en algún momento a vestir los colores azulgranas, casi ni me lo creo. Sin embargo todo ha venido rodado”.
Una vez finalizado el encuentro, ‘Migueli’ calificaba su debut con la Selección Española como “muy afortunado”. ¿Los motivos?: “Primero –recogía la entrevista en ‘El Mundo Deportivo’- porque se ha ganado, que es lo importante, y después, en el plano particular, porque que creo que he sujetado bastante bien a Jordan. Un gran jugador que, además, incordia muchísimo, y con el que he tenido varios roces, aunque las cosas no han pasado a mayores”. El ex futbolista ceutí, que disputó 74 minutos en ese primer partido como internacional, declaraba en una entrevista publicada en el diario ‘As’ (02-01-2011) que el partido más duro de su trayectoria deportiva había sido el encuentro clasificatorio para el Mundial de Argentina disputado en Yugolslavia en el año 1977. En el choque, conocido como ‘la batalla de Belgrado’, lanzaron una botella a Juanito que tuvo que ser retirado en camilla. España –según narraba la prensa de la época- sufrió una “encerrona”, aunque acabó ganado y logrando su pasaporte para Argentina. ‘Migueli’ aseguraba que “aquello fue salvaje. Iban a saco”.
En relación al Mundial de Argentina, Miguel Bernardo Bianquetti recuerda en esa misma entrevista que “todo se hizo mal”. “El sitio de la concentración –añadía- estaba a 50 kilómetros, en una cuadra habilitada como residencia de futbolistas que se llamaba La Martona. Hacía un frío impresionante y no teníamos calefacción. Yo dormía con chándal y cuatro mantas encima”.
Con ese mismo resultado finalizaba el que fue su último encuentro con el equipo nacional. El 24 de septiembre de 1980 se despedía ante Hungría en un partido clasificatorio para el Mundial de 1982. Pese a que tan sólo contaba con 29 años, ‘Migueli’ decidió abandonar la Selección.
Miguel Bernardo ‘Migueli’ –apodado también Tarzán’- es considerado una de las leyendas del FC Barcelona. De hecho, es uno de los jugadores que más partidos oficiales (549) ha disputado en el equipo azulgrana, sólo superado por Carles Puyol, Xavi Hernández, Leo Messi y Andrés Iniesta. Tras dejar Ceuta para jugar en el Cádiz CF, donde militó dos temporadas, se incorporó al FC Barcelona en el año 1973. En su primera temporada sólo disputó un partido debido al servicio militar. Su debut el equipo catalán estuvo marcado por su detención por parte de la Policía Militar. El club no solicitó un permiso especial al Ejército, y tras el choque ante el Zaragoza fue arrestado. Se afianzó como defensa central, destacando su fortaleza física y su carácter. Coincidió en el vestuario, primero con Johan Cruyff y posteriormente con Diego Armando Maradona. Precisamente, el holandés era el técnico del FC Barcelona en su último año como futbolista. Se retiró con 37 años. En su etapa como barcelonista logró dos campeonatos de Liga (1974 y 1985), cuatro Copas del Rey (1978, 1981, 1983 y 1988), una Supercopa de España (1984), y dos Recopas de Europa (1979 y 1982).
En el año 2010, coincidiendo con su etapa como asesor de la junta directiva del FC Barcelona, ‘Migueli’ regresó a Ceuta al enfrentarse (eliminatoria de Copa del Rey) el equipo blaugrana y la extinta AD Ceuta. El ex futbolista aprovechó una entrevista publicada en el diario ‘El Pueblo de Ceuta’ para zanjar la polémica que le había perseguido durante años, ya que supuestamente negaba haber nacido en Ceuta y afirmaba ser gaditano. Miguel Bernardo Bianquetti fue rotundo al declarar en el rotativo ceutí que “siempre digo que soy ceutí, nunca voy a renegar de mi tierra, otra cosa es que futbolísticamente me formé en Cádiz. Algunos envidiosos quieren mezclar las cosas para confundir. Quiero zanjar de una vez por todas que soy ceutí, que no reniego de mi tierra”.
‘Migueli’ fue el último jugador ceutí en vestir la elástica nacional. De ello, hace ya casi cuarenta años. En todo este tiempo, algunos futbolistas caballas han jugado en las categorías inferiores pero no han llegado a ser internacionales absolutos. Esperemos que dentro de algún tiempo -no muy lejano- algún jugador se una a esa pequeña, pero brillante lista de futbolistas ceutíes que alguna vez lucieron la camiseta de la Selección Española, representando y paseando el nombre de Ceuta con orgullo.
sábado, 12 de mayo de 2018
sábado, 14 de abril de 2018
BAJO LA LUZ DE LA LUNA... EN CEUTA
“[…] Bajo la luz de la luna
/ me dijiste adiós / con lágrimas en la cara / me rompiste el corazón / Y yo sé
que nunca olvidaré / que bajo la luz de la luna yo te amé […]”
Seguro que le es familiar
la letra e incluso haya comenzado, casi sin darse cuenta, a tararearla. ‘Bajo la luz de la luna’ junto a
‘Mediterráneo’ son dos de los grandes éxitos del mítico grupo ‘Los Rebeldes’.
Ambas canciones forman parte de la historia, no sólo de la banda liderada por
Carlos Segarra, sino de la música española. Dos grandes clásicos que fueron
escritos y compuestos en Ceuta.
Carlos Segarra realizó el
servicio Militar en Ceuta. Y su paso por la ciudad, al menos musicalmente
hablando, fue bastante prolífico. Carlos Segarra (Barcelona, 1961) compuso
durante el servicio militar algunas de las canciones más exitosas del grupo
‘Los Rebeldes’. Cuando hizo la ‘mili’, ya tenía muy clara su vocación por la
música. De hecho, por aquel entonces ya había formado parte de varias bandas e
incluso había sido publicado ‘Cerveza, chicas y... rockabilly!’, el primer
trabajo discográfico en la historia de ‘Los Rebeldes’. Dos años después de la
fundación del mítico grupo, fue destinado a Ceuta, concretamente a Regulares Nº
3; donde perteneció a la banda de cornetas, gaitas y tambores. El tema ‘Bajo la
luz de la luna’, según reconocía el propio Carlos Segarra en una entrevista
concedida a la Cadena SER, fue la primera canción que “compuse entera; letra y
música”. Y la inspiración le llegó mientras hacía una guardia: “Aproveché un
refuerzo para escribirla. Recuerdo que estaba en una garita, sin fusil, que
sólo tenía un machete, y me puse a componer este tema”.
La letra está basada en una
“recuerdo personal”. Y es que mientras
cumplía el servicio militar, Carlos Segarra vivió una experiencia que el propio
cantante califica como algo “clásico” de la ‘mili’: “Durante un permiso me dejó
mi primera novia, después de casi cuatro años de relación. Estuve bastante
fastidiado”. Aquel tema, años después se convirtió en un éxito, pero curiosamente
durante mucho tiempo permaneció guardado: “Después del servicio militar,
grabamos el disco ‘Rebeldes con causa’, y no la incluimos”. Ni en este, ni en
los dos siguientes, ya que Carlos Segarra pensó que “no le iba a gustar a nadie
porque era un recuerdo mío personal”.
En el año 1989, ‘Bajo la
luz de la luna’ formó parte de ‘Más allá del bien y del mal’, álbum que llegó a
ser a ser disco de platino (100.000 copias vendidas). Sin saberlo, Carlos
Segarra había compuesto una joya musical: “Fue el segundo single tras el éxito
de ‘Mediterráneo’, la metimos como una canción de relleno, pero el público es
el que decide y pasamos de disco de oro con ‘Más allá del bien y del mal’ a
disco de platino, gracias a la canción ‘Bajo la luz de la luna’”.
Mediterráneo
Pero, no fue
el único tema que compuso durante su estancia en Ceuta: “Me dio tiempo a
escribir otras canciones que fueron incluidas en dos o tres discos de ‘Los
Rebeldes’. Y allí empecé a componer ‘Mediterráneo”, aunque no llegó a
terminarla.
De Ceuta se llevó un
importante repertorio y varios amigos, por lo que “con el tiempo, puedo decir
que mereció la pena. Cuando fui a la caja de reclutas en Barcelona, y me
dijeron que me tocó Ceuta, fue un palo, pero aprendí bastantes cosas que
después apliqué en mi vida personal y profesional”. En 2011 regresó a Ceuta
para presentar en ‘La Sala’ el disco ‘Noches de Luz, días de gas’, álbum
conmemorativo de los treinta años de carrera de ‘Los Rebeldes’. Permaneció un
par de días, recorriendo los lugares que solía visitar y el cuartel donde
cumplió el servicio militar.
lunes, 12 de marzo de 2018
PASTELERÍA 'LA AFRICANA': ESPECIALISTAS EN ENDULZAR LA VIDA Y LOS RECUERDOS DE LOS CEUTÍES
Diferentes generaciones han degustado sus pasteles, dulces o tartas. Pastelería ‘La Africana’ es una de esas empresas que resisten al paso del tiempo y cuya trayectoria está ligada a la memoria colectiva de los ceutíes. La pastelería se fundó en el año 1932 por Carlos Guillén, adquiriendo posteriormente el negocio Antonia Fernández. Pero la historia de ‘La Africana’ tiene un nombre propio: Pedro Piñero, quien, prácticamente desde su fundación, fue su maestro pastelero. Estuvo al frente del obrador, elaboró las fórmulas y fue el autor de los pasteles y dulces que han dado fama a la pastelería. Casi nueve décadas después, aún se siguen utilizando aquellas recetas originales.
Años después de la apertura
del negocio, Francisco y Rafael Vinuesa (hijos
de Antonia Fernández) heredaron la pastelería, haciéndose cargo de ella junto a
Pedro Piñero, con quien crearon una sociedad. Después de un tiempo, los hermanos
Vinuesa traspasaron su parte del negocio al propio Pedro Piñero, quien se
asoció con José Fernández Martínez-Almeida, que ya poseía una panadería en
Ceuta. Años después, la pastelería pasaba a manos de Manuela Fernández, esposa
del actual propietario, Rafael Lima Mur. Fue precisamente su relación
sentimental la que influyó para que se hiciera cargo de un negocio que nada
tenía que ver con su profesión, ya que era maestro, aunque desde hacía tiempo
era el encargado de la contabilidad de la pastelería; por lo que poco a poco
fue conociendo en profundidad el negocio. Tras trece años ejerciendo la
docencia decidió cambiar de profesión y hacerse cargo de ‘La Africana’. Rafael
Lima lleva algo más de cuarenta y cinco
años al frente de la empresa.
Pese al paso del tiempo, el
sabor de los pasteles de ‘La Africana’ apenas ha variado. Y tiene su explicación, ya que en el obrador siguen utilizando las fórmulas que en su
día elaboró Pedro Piñero, el primer maestro pastelero.
Incluso, Rafael Lima aún conserva aquellas recetas originales: “Están muy mal escritas, con faltas de ortografía porque Pedro Piñero apenas sabía leer ni escribir. Interpretar las fórmulas fue un auténtico jeroglífico”. Aquellas recetas suponen un gran tesoro. No sólo por el valor simbólico e histórico que tienen sino también por su contenido. Las fórmulas, en algunos casos, se han mantenido en secreto, lo que ha permitido que ciertas elaboraciones tengan un sabor único y exclusivo de ‘La Africana’. Rafael Lima, quien reconoce que en más de una ocasión le han solicitado que comparta o facilite las recetas, atribuye todo el mérito de esas elaboraciones a Pedro Piñero: “Él fue quien le dio fama a la pastelería. Durante su juventud se dedicó a viajar. Estuvo en varios países, obtuvo una gran experiencia y todos sus conocimientos los plasmó en las fórmulas que seguimos utilizando”.
Incluso, Rafael Lima aún conserva aquellas recetas originales: “Están muy mal escritas, con faltas de ortografía porque Pedro Piñero apenas sabía leer ni escribir. Interpretar las fórmulas fue un auténtico jeroglífico”. Aquellas recetas suponen un gran tesoro. No sólo por el valor simbólico e histórico que tienen sino también por su contenido. Las fórmulas, en algunos casos, se han mantenido en secreto, lo que ha permitido que ciertas elaboraciones tengan un sabor único y exclusivo de ‘La Africana’. Rafael Lima, quien reconoce que en más de una ocasión le han solicitado que comparta o facilite las recetas, atribuye todo el mérito de esas elaboraciones a Pedro Piñero: “Él fue quien le dio fama a la pastelería. Durante su juventud se dedicó a viajar. Estuvo en varios países, obtuvo una gran experiencia y todos sus conocimientos los plasmó en las fórmulas que seguimos utilizando”.
Esas viejas recetas guardan
el secreto de las fórmulas para elaborar los exclusivos bizcochos de ‘La
Africana’ que se siguen “haciendo como siempre”, presume Rafael Lima, quien
recuerda que cuando se hizo cargo del negocio todavía “se utilizaba un horno de
leña que ocupaba casi todo el obrador”. Recientemente, toda la maquinaria ha
sido renovada.
Tras la marcha de Pedro
Piñero, Juan Navarro tomó el testigo del
que fue el primer maestro pastelero de
‘La Africana’: “Llevaba bastante tiempo trabajando en la pastelería y aprendió directamente
de él. Asumió la responsabilidad de estar al frente del obrador y siguió
trabajando fielmente como lo había hecho anteriormente Pedro Piñero”. Comenzó como aprendiz y años después se
convirtió en el sucesor del que hasta entonces había sido el alma máter de la
pastelería. Juan Navarro permaneció varios años como maestro pastelero,
pero por motivos de salud tuvo que
dejarlo. Después vino una época en la que no se consolidó ningún maestro
pastelero, pasando por el obrador de ‘La Africana’ varios trabajadores hasta
que llegó Hamido Nuino, quien lleva más de veinte años.
Al margen de continuar
basándose en las fórmulas originales, hay dos aspectos que para Rafael Lima
siempre han sido fundamentales, y que podrían ser la clave del éxito: “Elaborar
nuestros productos diariamente y utilizar las mejores materias primas, aunque
sean más caras”. De hecho, la apuesta por la calidad es una de las principales
preocupaciones del propietario de ‘La Africana’, que mantiene desde hace años
(siempre y cuando le haya sido posible) a los mismos proveedores. Incluso,
llega a reconocer que “soy muy estricto en la elección de las materias primas.
No buscamos lo barato en el mercado sino la calidad”. Y pone como ejemplo el
turrón: “Se puede encontrar a siete u ocho euros, pero nosotros compramos y
utilizamos el de dieciséis”.
Varias generaciones
Personas que en su día
acompañaban a sus padres y abuelos a comprar pasteles en ‘La Africana’ y que
ahora lo siguen haciendo, pero junto a sus hijos o nietos siguen siendo fieles
clientes. Para Rafael Lima el motivo es que “se ha mantenido la esencia de la
pastelería”. De ahí que “tenemos clientes de hace años. Gente que sigue
viniendo frecuentemente o que se han ido a vivir fuera de Ceuta y que cuando
vuelven de vacaciones van a la pastelería y me dicen que el sabor es el mismo y
que no he cambiado los pasteles”. Comentarios generalizados, que reconoce con
orgullo Rafael que “para mí es una gran satisfacción”.
Rafael Lima se emociona al
recordar una anécdota que le ocurrió hace algún tiempo: “Llegó una mujer y preguntó
quién era el dueño de la pastelería. Le atendí y me comentó que era hija de uno
de los hermanos Vinuesa, dueños anteriores del negocio y que tenía muy buenos
recuerdos de la pastelería porque su padrino fue Pedro Piñero, el primer
maestro pastelero. Se fue y meses después recibí una carta desde Dinamarca en
la que me daba las gracias por mantener el espíritu de La Africana”.
Aunque han sabido adaptarse
a los tiempos con la incorporación de nuevos productos, los pasteles clásicos
–explica el propietario de ‘La Africana’- siguen siendo los más demandados: “Las
calatravas, los flanes, las mokas, las bizcotelas, las brevas o las milhojas
son los pasteles que más vendemos”. Esos
dulces de siempre comparten vitrina con otras nuevas elaboraciones hasta completar
(los fines de semana) los cinco metros lineales de exposición con los que
cuenta ‘La Africana’.
También son clásicos los
productos de temporada. Desde los hornazos o torrijas en Semana Santa hasta los
pestiños o mazapanes en Navidad, sin olvidar los tradicionales roscones de
Reyes elaborados con una fórmula (sigue siendo guardada en secreto) que no
permite producir poca cantidad: “Tenemos una fórmula estandarizada a partir de
25 kilos y las cantidades son exactas en función a ella. Y se nota en el sabor”,
afirma Rafael Lima a quien le preocupa
la sucesión familiar en el negocio: “Tengo tres hijos y ninguno me dice que me
voy a hacer cargo de la empresa”.
A sus 76 años, Rafael Lima continúa a pie de mostrador y obrador. No pierde la ilusión. Todo lo contrario. Sigue pensando en nuevos objetivos y su intención es incorporar una panadería, pero la falta de espacio se lo impide. Ya están elaborando (en pocas cantidades) pan integral y tortas. Rafael Lima mantiene intacta su ilusión por un negocio en el que lleva casi 50 años endulzando la vida y los recuerdos de los ceutíes.
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