
En Ceuta, esta decisión generó un debate en las redes sociales sobre la posibilidad de seguir los pasos de la ciudad hermana, y recuperar la figura del famoso toro. Incluso, aunque con poco éxito, se creó en Facebook un grupo denominado “Plataforma de implantación del toro de ‘Osborne’ en Ceuta”, y que como su nombre indica aboga por la recuperación de la silueta que fue retirada en el año 1984.
Polémica
La implantación de la silueta del Toro de ‘Osborne’ fue aprobada en sesión plenaria el 13 de mayo de 1974. La solicitud, presentada por la empresa José María Borrás S.A, era abordada como asunto de urgencia en dicho pleno. Tres días después, el Boletín Oficial de Ceuta recogía del siguiente modo el acuerdo plenario: “Otorgar licencia a José María Borrás S.A. para instalar anuncio con silueta de un toro y el vocablo Veterano, en la Loma del Monte Hacho por encima de las instalaciones de la Compañía Petrolífera Dúcar”. En el mes de julio de 1984 la famosa


Diez años después de su implantación, se reabría el debate sobre la presencia de la estructura publicitaria en el Monte Hacho. Tras el triunfo electoral del PSOE en el año 1983, el nuevo equipo de Gobierno dirigido por Francisco Fraiz solicitaba a la Comisión de Cultura un informe sobre el toro de ‘Osborne’. Su posible retirada fue debatida en sesión plenaria el 5 de abril de 1984, aprobándose la misma por veintitrés votos a favor (PSOE, AP, PDL y PNC) y dos abstenciones (CDS). El pleno, una vez analizado el dictamen elaborado por la Comisión de Cultura en el que abogaba por la retirada de la publicidad, y estudiado el escrito remitido por la empresa ‘Osborne y Cia S.A.’, decidía revocar la licencia concedida en el año 1974. El acta plenaria reflejaba lo siguiente: “[…] La Comisión de Cultura adopta la siguiente resolución: Proponer al pleno Municipal de este Ilustre Ayuntamiento, se adopte acuerdo en el sentido de dejar sin

Según recogía la publicación ‘Ceuta Quincenal’ -revista gratuita que editaba el propio Ayuntamiento-, tras el acuerdo plenario la empresa ‘Osborne’ disponía de un breve plazo de tiempo para proceder al desmontaje de la silueta publicitaria. De lo contrario, reflejaba el citado ejemplar, el consistorio ceutí retiraría el toro, debiendo asumir los gastos la empresa anunciadora. Apenas un mes más tarde la imagen del toro fue retirada, aunque no en su totalidad, puesto que como demuestran dos de las fotografías que ilustran este reportaje, aún quedan restos de la estructura publicitaria.

En el año 1956, según datos extraídos de la página web http://www.osborne.es/, el grupo empresarial ‘Osborne’ encargó a la agencia publicitaria ‘Azor’ el diseño de un símbolo representativo del brandy ‘Veterano’ para que fuera colocado en las vallas publicitarias en diferentes carreteras españolas. El escultor Manuel Prieto, quien colaboraba con la ‘Azor’ propuso el diseño de la figura de un toro bravo. Inicialmente tenían una altura de cuatro metros, con los cuernos pintados de blanco y fueron fabricados en madera. El primer toro se instaló en 1957 en el kilómetro 55 de la N-I, en Cabanillas de la Sierra (Madrid). En el año 1961 comenzaron a construirse con chapas metálicas, ya que las maderas se deterioraban con el paso del tiempo, aumentando su tamaño hasta los siete metros. Un año después la altura se duplica estableciéndose en los catorce metros con los que cuenta actualmente. La silueta del toro está compuesta por setenta planchas metálicas fijadas a cuatro torres de hierro que están ancladas en otros tantos bloques de hormigón de 6 m3 cada uno. Cada toro pesa 4.000 mil kilos, siendo de 50.000 kilos el peso total de la estructura.
En 1988 la Ley General de Carreteras obligaba a retirar la publicidad de cualquier lugar visible desde la carretera. A partir de entonces tuvieron que eliminarse las maracas publicitarias del toro, aunque se mantiene la silueta. En el año 1994 el Reglamento General de Carreteras ordenaba retirar todos los toros. Es entonces cuando Comunidades Autónomas, Ayuntamientos, asociaciones, artistas, políticos, etc… se muestran contrarios a su retirada. Incluso la Junta de Andalucía solicitaba su catalogación como Bien de Interés Cultura (BIC). En 1997 el Tribunal Supremo dictaba una sentencia a favor del mantenimiento de los toros, ya que según reflejaba la misma, la silueta había “superado su inicial sentido publicitario y se ha integrado en el paisaje”. Actualmente permanecen instalados más de noventa toros por toda la geografía nacional.
