sábado, 23 de noviembre de 2019
lunes, 28 de octubre de 2019
MERCADO ‘NUESTRA SEÑORA DE ÁFRICA’ (TENERIFE): EN HONOR A UNA CEUTÍ
Aunque su historia nada
tiene que ver con Ceuta, el mercado ‘Nuestra Señora de África’, situado en
Santa Cruz de Tenerife, tiene relativa vinculación –al menos indirectamente- con
nuestra ciudad. No sólo porque lleve el nombre de la patrona, sino porque la
denominación fue en honor a una mujer ceutí. También conocido como ‘La Recova’,
el edificio comenzó a construirse el 5 de agosto de 1942 en el barrio de las Cuatro
Torres. El diseño del proyecto fue redactado por el arquitecto Enrique Marrero
Regalado, ya que la intención era construir unas instalaciones modernas que
permitieran dar una nueva imagen a la ciudad. Y se logró. Prueba de ello es que
el edificio fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de
monumento en el año 2004.
El mercado es de estilo
arquitectónico neocolonial y cuenta con tres grandes patios: uno central que se
asemeja a una plaza de estilo español clásico, y dos laterales (patio poniente
y patio naciente). El diseño también consta de un arco de entrada de ocho
metros y una torre de estilo mudéjar. Todos los espacios giran en torno a la
plaza central y los patios se comunican entre sí por galerías apoyadas en
arquerías, en las que se ubican los puestos de venta. A la entrada del mercado
se encontraba (actualmente está retirada para ser restaurada) una pequeña talla
de la Virgen de África que comparte espacio con una, también reducida,
escultura de la Virgen de Candelaria (patrona de Canarias).
Construcción
La construcción del mercado
‘Nuestra Señora de África’ fue promovida por el Mando Económico de Canarias,
órgano que según destaca José Manuel Ledesma, cronista oficial de Santa Cruz de
Tenerife, “fue creado para potenciar el archipiélago canario”. En ese momento,
al frente de la citada institución estaba el capitán general de Canarias,
Ricardo Serrador Santés, quien impulsó la construcción del nuevo mercado
aportando 1.500.000 pesetas.
“Se establecieron tres
turnos de trabajo diarios y el edificio se construyó en apenas un año y medio”,
destaca el cronista oficial de Santa Cruz de Tenerife, quien no oculta su
admiración por la gestión efectuada por Ricardo Serrador Santés en los casi
cinco años que estuvo dirigiendo el Mando Económico de Canarias, ya que “además
del mercado, durante su mandato se construyó el Hotel Santa Catalina, se iniciaron
las obras de dos aeropuertos o una barriada para pescadores”. Aunque otro de
sus proyectos estrella fue la construcción de un puente cercano al mercado
‘Nuestra Señora de África’: “Era una zona aislada porque había un barranco y
mandó construir un puente de casi 200 metros de longitud para que se pudiese
llegar al mercado”.
Tras la finalización de la
obra (24 de noviembre de 1943), el acto de inauguración ‘Nuestra Señora de
África’ se celebró el 4 de enero de 1944.
¿Por
qué el nombre de la patrona de Ceuta?
Se da la circunstancia que
el promotor del mercado, el capitán general de Canarias Ricardo Serrador
Santés, no pudo ver finalizado el mercado al fallecer un año antes de su
inauguración. Como homenaje a él y su gestión realizada, el capitán general
Francisco García Escámez Iniesta,
decidió –cuenta el cronista oficial de Santa Cruz de Tenerife- poner al
puente el nombre de Ricardo Serrador y otorgarle el nombre de ‘Nuestra Señora
de África’ al mercado, en honor a la onomástica de su esposa. Así se informó
oficialmente en su día, y así ha sido la historia que a través de las
generaciones se ha transmitido del porqué de su denominación. Aunque el mercado
también es conocido como ‘La Recova’, el nombre oficial es el de ‘Nuestra
Señora de África’.
¿Quién
era la esposa de Ricardo Serrador Santés?
Los medios de la época y
diferentes publicaciones en Internet hacen referencia al motivo por el cual se
decidió otorgar esta denominación al mercado, pero sin embargo no aportan datos
sobre quién era la esposa del capitán general de Canarias. Tras mucho indagar,
comprobamos que se trata de África Añino y Ortiz de Saracho. Natural de Ceuta,
falleció el 24 de agosto de 1937 en la Embajada inglesa en Valencia.
Coincidiendo con el 75
aniversario de la inauguración, un estudio dirigido por la catedrática en
Historia del Arte, María Isabel Navarro y en el que han participado varios
especialistas, concluye que el mercado incumple la Ley de Memoria Histórica ya
que “es un homenaje a la figura del general Ricardo Serrador Santés, por el
nombre de su esposa".
El
mercado ‘Nuestra Señora de África’, entre los diez mejores del mundo
El pasado mes de
septiembre, el prestigioso diario ‘The Guardian’ elaboraba, dentro de sus
especiales Readers’ travel tips, una lista con los diez mejores mercados del
mundo. En esa selecta lista se incluía al mercado ‘Nuestra Señora de África’.
viernes, 20 de septiembre de 2019
lunes, 26 de agosto de 2019
ALFONSO MURUBE: EL ‘DESCONOCIDO’ FUTBOLISTA Y MILITAR QUE DA NOMBRE AL ESTADIO
Aunque da nombre al estadio
ceutí desde hace más de 75 años, Alfonso Murube Yáñez- Barnuevo y Miura es una
figura desconocida (o al menos poco conocida) para la gran mayoría de la de los
ceutíes. Salvo algunos datos aportados por el investigador Francisco Sánchez
Montoya, poco más se conocía del jugador
nacido en Utrera (Sevilla).
Precisamente, un
historiador de su localidad natal, motivado por la curiosidad, ha indagado
sobre el pasado de Alfonso Murube. Por casualidad, supo que había nacido en
Utrera, pero sin embargo no era un personaje conocido en la población
sevillana; por lo que comenzó a investigar sobre su figura: “Se me despertó la
curiosidad –expone Antonio Boje- porque además de historiador soy aficionado al
CD Utrera. Hace dos o tres años me llamó la atención el nombre del estadio del
Ceuta porque Murube es un apellido destacado, ya que fue una ganadería de toros
bravos; y me pregunté si podría ser utrerano”.
Su intuición no le falló, y descubrió que “ciertamente” nació en Utrera
en el año 1913.
Trayectoria
deportiva
Según el historiador Antonio
Boje, Alfonso Murube Yáñez-Barnuevo inició su etapa futbolística en el
Utrera Balompié, equipo que afirma “nada tiene que ver con el actual club”.
Posteriormente, militó en dos equipos extremeños: Deportivo Extremeño (Badajoz)
y Deportivo Balompié Don Benito. En 1928, con tan sólo 15 años, fichó por el
Real Valladolid. Fue el año de la fundación del equipo pucelano. Pese a su corta
edad -explica Antonio Boje- le hicieron ficha profesional. Tras su paso por el
club blanquivioleta, llegó a Ceuta. Primero jugó en el Ceuta Cultura Sport
Ceutí, donde permaneció dos temporadas. Ya en 1932 recaló en el Ceuta Sport
(club surgido de la fusión del Ceuta FC y el Cultura Sport Ceutí). Allí “jugó cuatro temporadas y la quinta no la llegó a empezar porque estalló la
Guerra Civil”, expone el historiador Antonio Boje, quien le define como “un
centrocampista de gran técnica, que era muy fino jugando”.
Fuerzas
Regulares Indígenas de Ceuta
Como consecuencia del
inicio de la Guerra Civil, Alfonso Murube se vio obligado a abandonar el
fútbol: “El comienzo de la contienda le pilla en Ceuta y pasó de ser futbolista
a militar, ingresando en el bando nacional”. Podría haber pertenecido a la
Falange (sección de Ceuta), aunque no hay documentación que lo acredite. Otra
hipótesis –tampoco confirmada- es que se viera obligado a combatir por miedo a
ser arrestado. Alfonso Murube formó parte de las Fuerzas Regulares Indígenas de
Ceuta, llegando a alcanzar la graduación de Teniente. El futbolista utrerano
participó de forma activa en el conflicto bélico. Su muerte, el 16 de abril de
1938, se produce en el frente de Aranjuez, aunque otras fuentes le sitúan en el
de Guadalajara.
Estadio
‘Alfonso Murube’
Cuatro años después de su
muerte, la directiva de la SD Ceuta (anteriormente Ceuta Sport) solicitó al
Ayuntamiento que el estadio de fútbol construido en 1933 bajo el nombre de ‘Campo
Municipal de Deportes’ (también era conocido como ‘Docker’ por un campamento
militar sanitario ubicado en la zona) pasara a denominarse ‘Alfonso Murube’ en
honor al futbolista y militar nacido en Utrera. Desde la corporación se accedió
a la petición otorgando su nombre a unas instalaciones deportivas que
curiosamente habían sido inaugurados bajo el mandato del alcalde socialista
David Valverde Soriano, quien fuera fusilado el 20 de enero de 1937 tras un bombardeo
por parte de la aviación republicana sobre Ceuta. El 27 de septiembre de 1942
se jugó el primer encuentro oficial bajo la denominación de ‘Alfonso Murube’
coincidiendo con el inicio de la temporada 1942-1943. La SD Ceuta se enfrentó
al CD Málaga. Curiosamente el cambio de nombre pasó prácticamente desapercibido
para la prensa de la época que no hizo referencia al mismo. Sólo en un artículo en el que se enumeraba a los equipos que conformaban la categoría en la que militaba el equipo ceutí, figuraba el nombre del estadio.
Para Antonio Boje el hecho
de luchar en el bando franquista fue lo que provocó que se propusiera su nombre
al Ayuntamiento, por lo que sostiene que “más que por méritos deportivos fue
por sus méritos como militar en el lado nacional”.
“Eran principios de los
años 40 –añade- y el franquismos se estaba involucrando en todos los aspectos
de la sociedad y no podía dejar el fútbol, por lo que tener un estadio con el
nombre de un militar franquista, que había fallecido defendiendo la patria y
que también fuera futbolista, era una gran oportunidad”, reflexiona el
historiador sevillano, quien entiende que “lo lógico es que si hubiesen tenido
que elegir el nombre de un futbolista para el estadio, fuese el de un ceutí y
no uno de alguien que viniera de fuera y que apenas estuviera jugando cuatro o
cinco años en Ceuta”.
De ser cierta la teoría de
Antonio Boje , el historiador no duda en afirmar que se estaría incumpliendo la
Ley de la Memoria Histórica (52/2007 de 26 de Diciembre).
En el año 2015, a
instancias de Coalición Caballas se debatió en sesión plenaria el cambio de
denominación del estadio ceutí. La formación localista reflejaba en su
propuesta que “resulta sorprendente que el estadio de fútbol más importante de
la ciudad, de titularidad municipal, lleve el nombre (Alfonso Murube) de una
persona cuyo único mérito reconocido sea haberse alistado a las fuerzas
falangistas para participar activamente en el golpe de estado contra el régimen
republicano constitucional, siendo futbolista del equipo local”. Desde Caballas
se propuso el nombre de Mohamed Alí Amar ‘Nayim’. La iniciativa parlamentaria
fue rechazada (12 votos a favor y 13 en contra) por lo que la propuesta no
salió adelante.
Meses después, Caballas
insistía en el asunto, registrando una interpelación en la que afirmaba que se
estaba incumpliendo la Ley de Memoria Histórica. El Gobierno presentaba un
informe técnico en el que se recogía que “Alfonso Murube fue un jugador muy
querido en Ceuta”. El presidente de la Ciudad, Juan Vivas respondía a Caballas
asegurando que "no podemos estar
constantemente abriendo las tumbas de la Guerra Civil". El jefe del
Ejecutivo autonómico afirmaba también que la mayoría de los ceutíes no
relacionan el 'Alfonso Murube' con la Guerra Civil, y desmentía que se
estuviese infringiendo la Ley de Memoria histórica, argumentando que la citada
ley “recoge en su art.15.2. que se excluyen de ella, al tratarse de un recuerdo
privado, sin exaltación de los enfrentados”.
Utrera
La figura de Alfonso Murube
Yáñez- Barnuevo tampoco es ni conocida ni reconocida en su ciudad natal: “Ni
siquiera en los ámbitos futbolísticos”, reconoce Antonio Boje, quien afirma que
incluso “la gran mayoría desconoce que el estadio de Ceuta lleva el nombre de
un paisano nuestro”.
El nombre de Alfonso
Murube, independientemente de si reuniera méritos o no; o de si se le relaciona
o no con la época de la dictadura franquista, está vinculado al fútbol de
nuestra ciudad por el simple hecho de que el estadio lleva su nombre desde hace
casi 80 años.
jueves, 18 de julio de 2019
domingo, 23 de junio de 2019
miércoles, 22 de mayo de 2019
EL ARTE DE MEZCLAR ESPECIAS
Por su colorido y por la
combinación de aromas que desprenden las especias, es uno de los puestos más
llamativos del mercado central. A todo ello, hay que unir la experiencia
adquirida a lo largo de décadas. De hecho, son ya tres generaciones las que han
regentado ‘Especias Musa’, esta pequeña tienda dedicada desde sus inicios a la
venta (y tratamiento) de condimentos naturales. Actualmente, Mustafa Ahmed está
al frente del negocio. Antes lo estuvieron su bisabuelo y durante muchos años, su
padre, Musa Moisés (por él, el nombre del puesto), quien empezó poco después de
la conclusión de la Guerra Civil. Primero estuvo ubicado en los bajos del mercado, y después fue
trasladado a la primera planta. Allí permanece desde entonces. Musa Moisés ya
se jubiló, pero continúa yendo cada día a visitar a su hijo. Desde una silla
colocada cerca de la pequeña tienda, sigue la evolución de un negocio al que ha
estado dedicado prácticamente toda su vida. Su hijo, Mustafa Ahmed también: “Empecé
viniendo al puesto con mi padre cuando tenía 9 años”, cuenta Mustafa, quien
presume de que los conocimientos sobre el tratamiento de las especias lo ha ido
adquiriendo con el paso del tiempo. Ha sido un aprendizaje heredado de su
padre, gracias a que “siempre nos hemos dedicado a este negocio”. Reconoce que “ha
habido momentos muy difíciles en los que las ventas bajaban mucho”, pero “hemos
aguantado”, expone satisfecho.
Las características más
importantes de las especias deben ser “el sabor, el olor y la textura”, explica
Mustafa Ahmed, quien destaca la “excelente y buenísima calidad” de sus
productos. Una de las claves puede estar en la forma de moler los granos. Lo
hacen de forma artesanal. Como antaño. “Los molemos nosotros, ya que tenemos un
método propio de picadura. Hay que hacerlo en pocas cantidades y en frío, para
sacarle el mayor provecho”. Un proceso, que asegura Mustafa, influye en el
sabor. Pero también, la conservación: “El grano debe estar bien mantenido y cuidado,
si no pierde calidad”.
Entre las especies más
utilizadas o demandadas están “la pimienta, el comino, el jengibre, el pimentón
y la cúrcuma”.
Fórmula
secreta
Las especias por sí solas,
aportan sabor. Y la mezcla de varias de ellas, mucho más. Ahí es donde es
esencial el conocimiento y la experiencia de quien realiza la combinación. Es todo
un arte. La medida o el peso exacto de los distintos condimentos crean un
conjunto de sabores que se transforman en uno sólo, y que es fundamental para
el resultado final del plato. Es cuestión de encontrar el sabor perfecto.
Un claro ejemplo es la mezcla
que se suele utilizar para aliñar los pinchitos morunos. No todas tienen el
mismo sabor, e incluso olor. Depende de la forma en la que se haga la combinación.
Y no sólo es cuestión de cantidades, sino también de la elección de las
especias, porque se suele elaborar de varias maneras. Aunque hay una serie de
condimentos que forman la base, cada uno suele aportar su experiencia. En el
caso de Mustafa Ahmed, la sigue preparando como “toda la vida”. Los
ingredientes básicos son “pimienta, comino, jengibre, cúrcuma, pimentón (uno
especial para esta mezcla) y el picante”. La cantidad de este último condimento
varía “según el punto que el quiera el cliente”, explica Mustafa que reconoce
que añade dos especias más, pero que prefiere no desvelar. Y es que la fórmula
es un “secreto”. Por ello, “nunca damos a conocer ni la totalidad de los
ingredientes ni la dosificación de cada especia”.
Esta combinación,
popularmente conocida como la de los pinchitos, es -reconoce Mustafa Ahmed- la “más
vendida”. Evidentemente, no es la única mezcla que elaboran en ‘Especias Musa’:
“Hacemos una que sirve para todo tipo de guisos, pero también algunas específicas
para carne, pescado, para platos hindúes o árabes”. Pero, entre todas ellas,
hay una que podemos catalogar como la mezcla estrella. Se denomina ‘Ras El
Hanout’ (traducido significa lo mejor de la tienda) y para su elaboración se
utilizan un total 30 especias. Entre ellas, jengibre, nuez moscada, clavos,
anís estrellado, canela o tallos asiáticos; que aportan un sabor agridulce.
Es muy importante la
materia prima, y por ello Mustafa Ahmed insiste en la calidad de las especias,
cuya procedencia es muy variada: “Las traemos de diferentes partes del mundo.
Últimamente están llegando mucho de Brasil, que le está haciendo la competencia
a Oriente. De Marruecos, también traemos varias; pero hay otros muchos países
como Vietnam, Egipto, La India, China, Paquistán o Turquía que nos ofrecen un
muy buen producto”.
Aunque las especias también
se utilizan por sus propiedades medicinales, el principal uso es el
gastronómico. Y Mustafa Ahmed aporta un consejo muy útil y que repercute en el
resultado final del plato: “Las especias hay que echarlas casi siempre cuando
se esté cocinando, ya que si se hace después, las cantidades deben ser menores
porque si no el sabor es mucho más fuerte”.
Ceutíes, pero también clientes
peninsulares e incluso del extranjero acuden al puesto de ‘Especias Musa’ que,
especialmente para los foráneos, supone un atractivo más en su visita al
mercado central. Allí, Mustafa Ahmed demuestra su experiencia y sabiduría en el
sector de las especias. Un mundillo que “hay que amarlo y sentirlo”. Y sus
clientes, pueden dar fe de ello.
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