viernes, 30 de marzo de 2012

ACCIDENTES MARÍTIMOS EN LA LÍNEA CEUTA - ALGECIRAS

Más de 100.000 buques cruzan anualmente el Estrecho de Gibraltar. Pese a este importante tránsito, y según recoge un informe de la Agencia Europea para la Seguridad Marítima (EMSA) no se registra un número significativo de accidentes marítimos en comparación con el resto de zonas europeas. El último siniestro importante se produjo el pasado 13 de enero cuando el buque ‘Milenium II’ de la Compañía Acciona Trasmediterránea, y con 184 pasajeros a bordo, colisionaba con el carguero ‘New Glory’. El accidente se saldó con varias personas heridas de diversa consideración. Una de ellas, un tripulante que fue evacuado en helicóptero. Horas después el ‘Milenium II’ arribaba al puerto ceutí con importantes daños materiales.
En las últimas décadas se han registrado en la zona del Estrecho de Gibraltar un total de dos accidentes marítimos –contando este último- en el que se han visto implicados buques de pasajeros que realizaban la línea Ceuta-Algeciras-Ceuta. En uno de ellos hubo que lamentar víctimas mortales.



COLISIÓN

El primero de los accidentes sufridos por buques de pasajeros que unían los puertos de Ceuta y Algeciras se produjo el 11 de marzo de 1978. En el mismo el portacontenedores ‘Manolo Toro’ colisionaba con el buque ‘Isla de Menorca’, barco perteneciente a la Compañía Trasmediterránea y conocido popularmente como ‘El Chumbo’, ya que disponía de accesos tanto en la proa como en la popa.
Este accidente, que aún perdura en la memoria de muchos ceutíes, se produjo cuando el ferry navegaba rumbo a Ceuta. En el mismo viajaban unos 300 pasajeros. Había partido desde el puerto de Algeciras pasada las seis de la tarde. Apenas treinta minutos después se producía la colisión entre el buque de pasajeros y el carguero perteneciente a la naviera bilbaína Toro y Betolaza. En el momento del accidente había una espesa niebla en la zona del Estrecho de Gibraltar. Según datos extraídos del blog delamarylosbarcos.wordexpress.com, como consecuencia del fuerte choque, se produjo el desplazamiento de la carga que transportaba el ‘Manola Toro’, provocando que éste se escorara. Poco después -19,10 horas- acabó hundiéndose. Entre los pasajeros y tripulación del ‘Isla de Menorca’ no hubo que lamentar daños personales, aunque la proa del buque quedó bastante afectada, lo que evidenciaba la importancia de la violenta colisión. El ferry continuó su camino hacia Ceuta, pero minutos más tarde regresaba al lugar del accidente para participar en las labores de rescate. En las mismas colaboró también un carguero búlgaro que recogió a siete tripulantes del ‘Manuela Toro’ –fueron transbordados al remolcador ‘San Roque’- y el buque ‘Ciudad de Toledo’, que logró salvar al jefe de máquinas. El capitán, su mujer, y un tercer tripulante desaparecieron en aguas del Estrecho. Varios barcos, entre ellos el propio ‘Isla de Menorca’, estuvieron buscando a las tres personas desaparecidas. Varias horas más tarde, y tras un intenso rastreo, el ‘Isla de Menorca’ arribaba al puerto ceutí. El siniestro marítimo se saldaba con tres víctimas mortales.

TESTIMONIOS

El diario ABC publicaba en sus páginas -12 de marzo de 1978- el testimonio de uno de los tripulantes del ‘Manola Toro’, rescatado por el ‘Ciudad de Toledo’ y que se lanzó al agua con chaleco salvavidas: “Noté un fuerte golpe cuando estaba por babor y vi como la carga de contenedores se corría peligrosamente. Me coloqué por la borda y pude ver la obra muerta del barco abollada. En esos momentos el barco cayó a estribor escorando rápidamente”. “Vi como el capitán –prosigue el testimonio- resbaló y cayó al suelo, pidiendo a gritos un chaleco salvavidas para su mujer. No lo volví a ver. El barco comenzó a dar vueltas. Corrí hacia el puente para tratar de parar las máquinas. Conseguí arriar la caña y el barco se puso derecho por unos momentos, pero enseguida comenzó a hundirse”.
Tres días después del accidente, ‘El Faro de Ceuta’ publicaba una carta firmada por uno de los pasajeros que en el momento de la colisión viajaba a bordo del ‘Isla de Menorca’. En la misma, relataba de forma detallada los detalles del accidente: “(…) Se oyeron gritos y el estruendo de cosas cayendo al suelo. Todo el mundo se levantó de su sitio e intuitivamente miran por las ventanillas. Fuera un carguero dejaba ver una gran hendidura en el centro de su costado con una cierta inclinación hacia proa. A pesar de que lo que se presentaba a nuestros ojos era una muestra evidente de que habíamos colisionado, nuestro barco siguió navegando a la misma velocidad, por lo que pensamos que se trataba de un roce. Es más, pudimos seguir viendo durante unos momentos como el otro barco iba quedando a tras, mientras nosotros seguíamos navegando rumbo a Ceuta. Este hecho motivó que nos calmásemos y que no cundiera el pánico”.
El pasajero narraba el momento en el que el ‘Isla de Menorca’ regresó al lugar del accidente para socorrer al ‘Manola Toro’: “(…) Del carguero no había ya ni rastro. Eso sí, una cantidad de contenedores flotaban por el agua. Fue entonces cuando todos los viajeros sentimos recorrer por nuestro cuerpo un frio estremecedor al comprender la magnitud de los hechos. Con la noticia de que habían desaparecido tres personas permanecimos por espacio de unas tres horas en el lugar del siniestro mientras nuestro barco recibía mensajes y proseguía la búsqueda de los náufragos”.
En esta carta remitida al rotativo ceutí, el pasajero se quejaba de la falta de información ofrecida por parte de la tripulación del ‘Isla de Menorca’: “Nadie nos dijo en ningún momento por los altavoces, si es que el ‘Chumbo’ los tiene, ni media palabra. Solamente el primer piloto, pasado un rato, salió a dar explicaciones y lo hizo a grupos aislados, que mostraban síntomas de un gran nerviosismo. Los camareros fueron los únicos que calmaron algo. El capitán no salió hasta casi llegar a Ceuta, lo que fue tres horas y pico después”.



POLÉMICA

La colisión generó un importante debate en torno al estado del ‘Isla de Menorca’ y su participación en las labores de rescate. Una de las principales interrogantes que se plantearon fue por qué había continuado navegando rumbo a Ceuta. Minutos después regresaba al lugar del accidente, pero ya habían llegado antes otros buques, que en teoría se encontraban más lejos. Es el caso del ‘Ciudad de Toledo’ que participó activamente en la localización de los náufragos. Una vez en el lugar del suceso, desde el ‘Isla de Menorca’ se intentó lanzar un bote al mar, pero la polea no giraba por las manos de pintura que se le había dado a la cuerda. Tras muchos intentos se logró deslizar el bote salvavidas, que posteriormente en el agua, tuvo que ser remolcado por una lancha del ‘Ciudad de Toledo’.



‘ISLA DE MENORCA’

El buque ‘Isla de Menorca’ fue construido en los astilleros holandeses Schiedam Scheepsfwerf, en Groot-Amers, por encargo de la naviera danesa Skandinavisk Linietrafik A/S. Su botadura se produjo el 26 de julio de 1960 bajo el nombre de ‘Linda’. El 26 de agosto de 1961 comenzó a operar en la línea que unía la ciudad sueca de Landskrona y la capital danesa, Copenhague. Apenas un año después fue adquirido por la naviera Linjebuss Internacional AB, hasta que en el año 1971 fue adquirido por la compañía Trasmediterránea que lo rebautizó ‘Isla de Menorca’. Durante nueve años cubrió la línea Ceuta-Algeciras. En diciembre de 1978 fue trasladado a la ruta Tenerife - El Hierro, antes de realizar los trayectos Palma – Ciudadela; Alcudia – Ciudadela y Palma – Cabrera. En 1983 la compañía Trasmediterránea lo vendió por 150.000 dólares la sociedad Anna Maritime Co. Fue nombrado ‘Anna’, y poco después pasó a llamarse ‘Nissus Andros’, al ser adquirido por la naviera griega Pyrgi Chius Shipping. Su popa fue reformada al instalarle dos accesos exteriores, por lo que varió la silueta del ferry. Dos años después fue vendido a Morias Naftiki Eteria que lo renombraba ‘Marmari I’. Cubrió la línea Rafina – Maruari.
En 1997 fue adquirido por la empresa Marman Shipping Co. De nuevo fue rebautizado ‘Tirana’, pasando a cubrir la ruta Brindisi – Valena/Durres. En este trayecto, el 17 de diciembre de 1999 sufrió un accidente. En los años 2002 y 2003, fue subastado, pero en ambas ocasiones quedó desierta. Finalmente en 2004 fue desguazado en Aliaga (Turquía).



AVEMAR II

En los últimos treinta y cinco años, y según datos aportados por el Centro Zonal de Coordinación de Tarifa Tráfico, se han registrado un total de seis colisiones en la zona del Estrecho de Gibraltar. Además de los dos accidentes citados en este reportaje, en otra ocasión también se vio implicado un buque que realizaba el trayecto Ceuta-Algeciras. El 28 de noviembre de 2006, el ferry ‘Atlas’ -de bandera marroquí y perteneciente a la compañía IMTC-, colisionaba con el buque Avemar II (Buquebús) en aguas de la bahía de Algeciras. El ‘Atlas’, ya fuera del puerto algecireño y cuando viraba para poner rumbo a Tánger, golpeaba al fast-ferry de Buquebús por la popa. En la maniobra no apreció al ‘Avemar II’ que navegaba rumbo a Ceuta por estribor. Pese a la aparatosidad del choque, en el accidente no hubo que lamentar importantes daños personales, salvo las lesiones leves sufridas por cinco pasajeros del ‘Avemar II’, que resultó dañado, aunque no le impidió seguir su viaje hacia Ceuta, y posteriormente regresar a Algeciras, antes de ser trasladado a un astillero para su reparación.



ACCIDENTE GRAVE

El otro accidente importante en la zona del Estrecho de Gibraltar en el que se vio implicado un buque de pasajeros, aunque no realizaba la línea Ceuta-Algeciras, se produjo el 16 de julio de 2000. El ferry ‘Ciudad de Ceuta’ que había partido desde Algeciras rumbo al puerto de Tánger, y el buque –también de pasajeros- ‘Ciudad de Tánger’ que realizaba la ruta contraria, colisionaban en las inmediaciones de la bahía de Algeciras. El accidente se saldaba con cinco víctimas mortales y dieciocho heridos de diversa consideración en el ‘Ciudad de Ceuta’. Ambos barcos sufrieron importantes daños materiales.
La Comisión Permanente de Investigación de siniestros marítimos determinó que “ninguno de los dos buques efectuó las maniobras adecuadas ni utilizó correctamente la totalidad de los medios a su alcance para evaluar el riesgo y evitar la colisión”.