Hasta su desaparición, el 31 de diciembre de 2001, miles de jóvenes de toda España realizaron el Servicio Militar Obligatorio en Ceuta. La popularmente conocida como ‘mili’ ya forma parte de la historia. Ceuta fue considerada durante muchos años como una plaza militar, por ello, junto a Melilla fue uno de los destinos más habituales, y también –hay que reconocerlo- menos deseados. Entre aquellos jóvenes que un día les ‘tocó’ cumplir el servicio militar en Ceuta, figuran rostros muy populares, y que en su día eran auténticos desconocidos o al menos no habían logrado el éxito que años más tarde obtuvieron. Imanol Arias, Carlos Segarra, Pablo Motos o los ya fallecidos Telmo Zarra y José Manuel Ibar Azpiazu ‘Urtain’ son algunos de los nombres que figuran en esa corta pero curiosa lista de personajes populares que realizaron la ‘mili’ en Ceuta.
Telmo Zarraonandia

José Manuel Ibar
Azpiazu ‘Urtain’

César Manrique
Su nombre está ligado al presente de la
ciudad, al ser el diseñador del Parque Marítimo del Mediterráneo. Pero también
a su pasado, puesto que César Manrique (24 de abril de 1919 – 25 de
septiembre de 1992) vivió parte de su etapa como militar en Ceuta. Al
estallar la Guerra Civil, se alistó como voluntario en el bando franquista. Tras
estar destinado algún tiempo en el Cuerpo de Artillería de Ceuta, combatió en
diferentes frentes peninsulares. En 1939 regresó a su casa, y según viene
publicado en su biografía (www.cersarmanrique.com), “nunca quiso hablar de su atroz
experiencia en la guerra”.
Carlos Segarra
Su paso por Ceuta, al menos
musicalmente hablando, fue bastante prolífico. Carlos Segarra (Barcelona, 1961) compuso
durante el servicio militar algunas de las canciones más exitosas del grupo
‘Los Rebeldes’. Entre ellas, ‘Bajo la luz de la luna’ o ‘Mediterráneo’, un
auténtico clásico que no llegó a terminarla, pero que comenzó a crear en Ceuta.
Cuando hizo la ‘mili’, ya tenía muy clara su vocación por la música. De hecho,
por aquel entonces ya había formado parte de varias bandas e incluso había sido
publicado ‘Cerveza, chicas y... rockabilly!’, el primer trabajo discográfico en
la historia de ‘Los Rebeldes’. Dos años después de la fundación del mítico
grupo, fue destinado a Ceuta, concretamente a Regulares Nº 3; donde perteneció
a la banda de cornetas, gaitas y tambores. El tema ‘Bajo la luz de la luna’,
según reconocía el propio Carlos Segarra en una entrevista concedida a la
Cadena SER, fue la primera canción que “compuse entera; letra y música”. Y la
inspiración le llegó mientras hacía una guardia: “Aproveché un refuerzo para
escribirla. Recuerdo que estaba en una garita, sin fusil, que sólo tenía un
machete, y me puse a componer este tema”.
“[…] Bajo la luz de la luna / me
dijiste adiós / con lagrimas en la cara
/ me rompiste el corazón / Y yo se
que nunca olvidaré / que bajo la luz de la
luna yo te amé […]”.
La letra está basada en una “recuerdo
personal”. Y es que mientras cumplía el
servicio militar, Carlos Segarra vivió una experiencia que el propio cantante
califica como algo “clásico” de la ‘mili’: “Durante un permiso me dejó mi
primera novia, después de casi cuatro años de relación. Estuve bastante fastidiado”.
Aquel tema, años después se convirtió en un clásico, pero durante mucho tiempo
estuvo guardado: “Después del servicio militar, grabamos el disco ‘Rebeldes con causa’, y no la
incluimos”. Ni en este, ni en los dos siguientes, ya que Carlos Segarra pensó que “no le
iba a gustar a nadie porque era un recuerdo mío personal”. En el año 1989,
‘Bajo la luz de la luna’ formó parte de ‘Más allá del bien y del mal’, álbum
que llegó a ser a ser disco de platino (100.000 copias vendidas). Sin saberlo,
Carlos Segarra había compuesto una joya musical: “Fue el segundo single tras el
éxito de ‘Mediterráneo’, la metimos como una canción de relleno, pero el
público es el que decide y pasamos de disco de oro con ‘Más allá del bien y del
mal’ a disco de platino, gracias a la canción ‘Bajo la luz de la luna’”. No fue el único tema que compuso
durante su estancia en Ceuta, puesto que “me dio tiempo a escribir otras
canciones que fueron incluidas en dos o tres discos de ‘Los Rebeldes’. Y allí
empecé a componer ‘Mediterráneo”. De Ceuta se llevó un importante repertorio y
varios amigos, por lo que “con el tiempo, puedo decir que mereció la pena.
Cuando fui a la caja de reclutas en Barcelona, y me dijeron que me tocó Ceuta,
fue un palo, pero aprendí bastantes cosas que después apliqué en mi vida
personal y profesional”. En 2011 regresó a Ceuta para presentar en ‘La Sala’ el
disco ‘Noches de Luz, días de gas’, álbum conmemorativo de los treinta años de
carrera de ‘Los Rebeldes’. Permaneció un par de días, recorriendo los lugares
que solía visitar y el cuartel donde cumplió el servicio militar.
Imanol Arias
El popular actor, que desde hace años
da vida a Antonio Alcántara en la serie
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Josema Yuste
No hizo la ‘mili’ en Móstoles, sino
en Ceuta. Josema Yuste, poco antes de formar parte del exitoso grupo
humorístico ‘Martes y Trece’ cumplió el servicio militar en el Cuerpo de
Artillería, concretamente en el Ramix 30. Fue en el año 1976. Ya por aquel
entonces había iniciado su carrera como actor en la Real Escuela de Arte
Dramático de Madrid, donde tras su paso por Ceuta conoció a Millán Salcedo y Fernando
Conde, con quienes formó el trío
–posteriormente dúo- ‘Martes y
Trece’. El grupo humorístico marcó una época, formando parte de la historia del
humor en España. Tras su disolución en el año 1997, Josema Yuste inició su
carrera en solitario, dedicándose al mundo de la interpretación tanto en series
televisivas como en el teatro. Precisamente, como protagonista de la obra ‘La
cena de los idiotas’ visitaba hace escasamente un año la ciudad.
Pablo Motos
Otro rostro muy popular que también hizo
la mili en Ceuta es Pablo Motos Burgos (Valencia, 1965). El conocido presentador
del programa ‘El Hormiguero’ cumplió el servicio militar en los
años 80. Según afirmaba en unas declaraciones efectuadas al programa ‘Hoy por
Hoy’ de la Cadena SER, Pablo Motos recuerda que fue su padre quien
le comunicó que le había ‘tocado’ Ceuta: “Estaba dormido, y mi padre
entró en la habitación para decirme que habían salido las listas y que me había
librado. Pero dos minutos más tarde me dijo: ¡Qué me he equivocado! ¡Te ha
tocado Ceuta!”. Pablo Motos guarda un buen recuerdo, “tanto de la ciudad como
de su gente”. Asegura que se lo pasó bien, aunque también vivió experiencias no
tan positivas, y que después de tantos años aún no ha olvidado: “Estuve seis
meses consecutivos sin regresar a la península. Durante todo ese tiempo tuve en
la taquilla una fotografía de mi novia, que miraba todos los días. Estaba
deseando verla, y en mi primer permiso, me dejó. Cuando volví a Ceuta, lo
primero que hice fue quitar la fotografía de la taquilla”. Este contratiempo
hizo que Pablo Motos se plantease el servicio militar de forma diferente, y
comenzó a trabajar como disc-jockey en la discoteca Britannia, aunque eso
supusiera un gran riesgo: “Tuve la oportunidad de ganar algo de dinero, y cada
noche me escapaba para pinchar en la discoteca. Para que no me pillase la
Policía Militar, me vestía como el más loco de ‘Locomía’. Allí me hice un sitio,
y fueron unos meses muy buenos”. Hasta que un día lo descubrieron. “Me pilló un
capitán –rememora Pablo Motos- y me dijo que sabía que por las noches me
escapaba. No me arrestó, pero me pidió un favor: que llevara a su mujer a la discoteca,
para que ella se distrajera y él pudiera estudiar. Estuvo viniendo un tiempo,
pero cuando me quedaba un mes para licenciarme, me hicieron un juicio militar
por, Supuestamente, acostarme con la mujer del capitán. Era mentira, y al final
no tuve problemas”.
De su paso por Ceuta, Pablo Motos
tampoco ha olvidado “una patatas bravas que comía en un bar que estaba en la
calle principal, y un sitio donde te daban un litro de cerveza y una tortilla.
Eran las mejores del mundo”.
Pablo Motos, tras su regreso del
servicio militar comenzó su carrera como locutor en Radio Requena, donde llegó
posteriormente a ser director. Labor que compaginó, según recoge una
entrevista publicada en el diario ‘El País’, como limpiacristales. Tras su paso por
Radio Nacional de España, Onda Cero y M-80, inició su carrera televisiva en Canal
9, hasta que en el año 2006 saltó a la fama con el programa ‘El Hormiguero’ que
comenzó a emitirse en Cuatro Televisión. Actualmente sigue al frente de este
magacín nocturno, pero en Antena 3. Han transcurrido casi treinta años de su
paso por Ceuta, y Pablo Motos reconoce no haber visitado todavía la ciudad.
Otros nombres
Entre los personajes conocidos que
realizaron el servicio militar en Ceuta también figura Josu Erkoreka (Bermeo,
1960), quien hizo la ‘mili’ en el Cuerpo de Caballería. El portavoz del Partido
Nacional Vasco (PNV) en el Congreso de los Diputados asegura en unas
declaraciones publicadas en la web ‘www.diariocritico.com’ que “salí quemado,
la vida cuartelaría es muy jodida”.
También fue destinado a Ceuta el
novelista Juan Marsé (Barcelona, 1933). Premio Cervantes en 2008, su primera
novela ‘Encerrados con un solo juguete”, surgió de la correspondencia que
escribió durante su estancia en la ciudad. Posteriormente, y según datos
extraídos de ‘www.guzmanseptem.blogspot.com’, fue el autor de ‘Teniente Bravo’,
una Novela que se desarrolla en la Ceuta de 1955, y en la que describe varios
lugares de la ciudad.
Y otro deportista ilustre que cumplió
el servicio militar en Ceuta fue Manuel Estiarte (Manresa, 1961). Considerado
el mejor waterpolista español de la historia, en su palmarés, entre otros muchos
logros, figuran dos medallas olímpicas (oro en Atlanta’96 y plata en
Barcelona’92); un campeonato y dos subcampeonatos del mundo; dos recopas de
Europa; 9 ligas y cuatro supercopas de España. Ha participado en seis Juegos
Olímpicos y fue elegido en siete ocasiones mejor jugador del mundo de
waterpolo. En el año 2000 fue el abanderado español en las Olimpiadas de
Sidney. Desde el año 2008 hasta 2012 fue miembro de la directiva del FC
Barcelona como responsable de Relaciones Externas. Actualmente forma parte del
staff técnico que dirige Pep Guardiola en el Bayern de Munich. Cumplió la
‘mili’ en la Infantería de Marina. Durante su estancia en Ceuta estuvo ejercitandose en las
instalaciones del CN Caballa, llegando a participar en el tradicional torneo
que organizaba el club ceutí con motivo de las fiestas patronales.
Se libró
Hay otro rostro también muy popular,
quizás no tan apreciado como los anteriores, que fue destinado a Ceuta
para cumplir el servicio militar, pero finalmente se libró. Iñaki Urdangarín,
según publicó la web ‘www.libertaddigital.com’, eludió el servicio militar en
1995 después de alegar una sordera de origen “traumático”. Dos años después de
que el Ejército advirtiera que “el déficit auditivo de Urdangarín no era un
eximente completo”, consiguió ser declarado “inútil” por “sordera completa”,
una incapacidad que según un informe médico se había agudizado con el paso del
tiempo.
La discapacidad no le afectó a su
carrera deportiva como jugador de balonmano en el FC Barcelona y en la
selección española, donde consiguió una medalla olímpica en los Juegos de Atlanta.
Según el citado medio digital, el ahora yerno del Rey, fue declarado en 1992,
“apto” para cumplir el servicio militar, pero tras la presentación del primer informe
médico, consiguió una “exención temporal del servicio militar obligatorio sujeta
a revisión”. La misma se prolongó durante dos años hasta que -cuando ya se
había anunciado por parte de la Casa Real su compromiso con la Infante
Cristina-, “un control rutinario del Ministerio de Defensa (Dirección General
de Reclutamiento), detectó una anomalía en la concesión de exención del
servicio militar obligatorio de Iñaki Urdangarín. El sistema resaltaba como
anómalo que un recluta que había pedido prórrogas por ser deportista de élite
resultara ser sordo completo”.
Desaparición de la
‘mili’
Han transcurrido casi trece años
desde que Federico Trillo –por aquel entonces ministro de Defensa- anunciara la
desaparición del servicio militar, que se plasmó en un Real Decreto de 9 de
marzo de 2001, y que adelantó al 31 de diciembre de ese año, uno antes de lo
fijado por la Ley de Régimen de Personal, la suspensión de la prestación del
servicio militar. Según el Decreto, el desarrollo del proceso de
profesionalización requería el paso automático a la reserva de los militares de
reemplazo, así como los jóvenes que tenían pendientes la prestación por
disfrutar de prórroga o no haber sido clasificados. El Ejército contaba a finales de 2001
con 74.948 soldados y marineros, con un 40% procedente del reclutamiento
obligatorio. Actualmente, la plantilla es totalmente profesional.